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jueves, marzo 28, 2024
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El girasol, menos exigente en el riego, incrementa su superficie en León

Este miércoles fue el último día de cotización del girasol en la lonja de León. Por ello, han realizado un balance de lo que ha sido el cultivo en este año, que se inició con un aumento de superficie de más del 22% con respecto a la pasada campaña. Las hectáreas sembradas en 2016 fueron 5.600 y en la presente han sumado 6.859.

Creen que el aumento de superficie de girasol de regadío tiene que ver con años muy complicados climáticamente, puesto que “es un cultivo que no gusta y sólo se siembra cuando no queda más remedio”, aseguran. En la campaña 2016n con las graves inundaciones de primavera que fueron retrasando las siembras hasta el mes de junio, recuerdan que ya experimentó un aumento significativo “y este año ha ocurrido lo mismo; la grave sequía y el nivel de los pantanos bajos hizo que a muchos agricultores no les quedase más remedio que sembrar girasol, ya que es mucho menos exigente en cuanto a riego e incluso en zonas modernizadas ese ahorro de agua se podría trasladar a otros cultivos”.


“Si sembramos perdemos 150 euros y si no sembramos perdemos 600”


En la presente campaña los precios han sido, dicen, “extrañamente muy bajos”, entre 310 y 320 euros tonelada, ya que el aceite de girasol ha tenido un aumento significativo de consumo en España y ha superado al de aceite de oliva, con un 45,34% del total nacional, “puesto que un aceite de girasol se puede comprar a poco más de 1 euro y uno de oliva está en el entorno de los 4,50 euros. Este crecimiento se ha dado principalmente en los hogares y en la restauración”, según explican.

Desde la lonja de Leon estiman que los costes de cultivo son de 1.000 euros por hectárea y, por tanto, con el precio actual y los rendimientos que en la presente campaña están cifrados por la comisión de estadística de la Junta de Castilla y León en 2.800 kilos en cada hectárea de girasol, un agricultor pierde cerca de 150 euros. “Si bien es verdad que la única alternativa a esto sería dejar las fincas en barbecho, y ahí el coste por hectárea es de 600 euros, por lo tanto podemos ver las dos caras de la moneda: si sembramos perdemos 150 euros y si no sembramos perdemos 600 euros”.

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