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viernes, marzo 29, 2024
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Más rentabilidad con fertirrigación

La agricultura ya no consiste solo en sembrar, recoger y vender. Al menos no si estas acciones se ejecutan de cualquier manera. La actual globalización de la oferta y de la demanda -de los mercados- hace relativamente fácil que en la tienda de al lado de casa podamos comprar a buen precio productos llegados del otro lado del globo terráqueo, con buena calidad y de bajos costes de producción.

El agricultor de Castilla y León está así obligado a planificar meticulosamente qué y cómo lo hace para asegurar la rentabilidad de su explotación. A informarse de manera constante sobre qué cultivos y técnicas le son más beneficiosas. Es evidente que el regadío tiene un valor añadido, pero también implica mayores desembolsos que el secano. Por este motivo es también necesario que el regante esté al día de cuáles son los métodos propios del riego que le ayudan a producir más y con menor gasto.

En este sentido, la fertirrigación toma auge día a día por méritos propios. Consiste en la aplicación de elementos nutritivos en un cultivo utilizando el sistema de riego como medio de transporte y localización en una zona determinada, tal como define el ingeniero técnico agrícola y técnico comercial de Riegos del Duero, César Fernández.

“Su gran ventaja es que cualquier cultivo de regadío es susceptible de aplicar este método para el aporte de fertilizante. Los aportes hasta hace unos años han sido de la manera tradicional: con una máquina de abonar y aportando el fertilizante en sementera y cobertera”, explica el especialista de la empresa con sede en la localidad vallisoletana de Olmedo.

Dos sistemas básicos

Según detalla Fernández, los sistemas de fertirrigación se basan en dos: por efecto Venturi o por inyección.

– Inyección por efecto Venturi. Es un sistema económico y fácil de instalar. Presenta el inconvenientes en el manejo por personas expertas (pérdida de energía, más irregular en la dosificación). Se utiliza en cultivos poco exigentes y superficies pequeñas.

-Bomba de inyección, que pueden ser hidráulicas o eléctricas. El sistema de inyección hidráulico es un sistema económico, fácil de instalar, sencillo de manejo, en el que no hay pérdida de energía. Se puede instalar sin necesidad de energía eléctrica. Los inconvenientes son su irregularidad en la dosificación del producto y que tiene un pequeño consumo de agua. Se puede utilizar en cualquier cultivo y con cualquier sistema de riego.

El sistema de inyección eléctrica es económico, fácil de instalar, sencillo de manejo, en el que no hay perdida de energía y muy regular en la dosificación. Es necesaria energía eléctrica. Se puede utilizar en cualquier cultivo y con todo sistema de riego.

– Sistemas combinados. Es un sistema que combina el Venturi con la inyección con bomba eléctrica. Se emplea para cultivos de alto valor añadido (de huerta, viveros, y otros). Se pueden inyectar diferentes tipos de abonos a la vez. Es muy exacto (se mide el caudal continuo del abono). Se pueden crear alarmas.

Es un sistema caro, para el manejo por expertos.

“Cualquier explotación de regadío puede aplicar el sistema de fertirrigación de una manera muy sencilla, solo necesita un punto de toma de agua para poder inyectar el producto. El requisito principal es que el sistema de riego que utilice esté bien planificado tanto en caudal instantáneo como en la eficiencia”, advierte César Fernández.

Los inconvenientes que puede encontrar es que el sistema de riego sea muy antiguo, tenga pérdidas de agua, los materiales de fabricación puedan corroerse fácilmente. Los costes medios de instalación pueden ascender a 1.500 euros según estiman en Riegos del Duero.

Son muchas las ventajas de la fertirrigación. Al aportar el fertilizante, a medida que la planta lo va demandando, el riesgo de pérdida de nutrientes por lavado es mucho menor, con lo cual se reduce su aporte; con la consiguiente reducción de costes de producción. Se evitan los pases de labor de abonado con el cultivo ya establecido. No se van a producir estados de carencia de algún nutriente porque siempre se puede aportar la gran mayoría de ellos con el sistema de fertirrigación.

“Actualmente muchas de las explotaciones de Castilla y León ya cuentan con algún sistema para poder hacer fertirrigación. En las comunidades de regantes, hoy día, están haciendo algo de inyección de productos químicos para mejorar la calidad del agua”, apunta César Fernández.

Para hacer una buena fertirrigación es muy importante que los sistemas de riego estén en perfecto uso, que los marcos de riego en coberturas sean los adecuado, que en las máquinas de riego automotrices (pívots y rampas) las cartas de emisores estén bien calculadas y no tengan desgastes. Y que en los sistemas de goteo los diseños de redes estén bien calculados y no haya goteros atrancados, tal como indica el experto de Riegos del Duero.

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