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jueves, marzo 28, 2024
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“La revolución en remolacha ha venido por la investigación en mejora genética”

Juan José Manzano lleva medio siglo luchando por mejorar el rendimiento de este cultivo, del que hoy saca “el triple de producción trabajando la cuarta parte”

Este año pondrá 23 hectáreas de Tempul, de SESVanderHave, para controlar rizomanía y nematodos

Juan José Manzano tenía siete años cuando empezó a ayudar a sus padres en las fincas de remolacha. Hoy tiene 62 y es uno de los históricos productores de raíz en la comarca de Tordesillas, donde ha asistido en primera línea al aumento “espectacular” de los rendimientos experimentado por el cultivo.

“Esa revolución ha venido sobre todo por la investigación en mejora genética, que se ha notado una exageración”, recalca. Especialmente en materia de sanidad vegetal. “Hubo años en que veíamos que bajaba la producción, hasta que llegaron las variedades resistentes a rizomanía”, recuerda.

En su caso ha podido conocer el trabajo de mejora genética desarrollado por SESVanderHave, que siempre ha puesto a su disposición variedades que se adaptan “perfectamente” a las características de su suelo.

En los últimos años puede obtener una media de 150 toneladas por hectárea. Mucha experiencia y buen conocimiento del cultivo, sí, “pero sobre todo la labor de investigación”, reitera. Este año pondrá 23 hectáreas de la variedad Tempul, “una de las recomendadas por Aimcra y que resiste bien rizomanía y nematodos”.

Buen resultado en los ensayos de Acor y Aimcra

El buen resultado de SESVanderhave en los ensayos de ACOR y Aimcra lleva al responsable de remolacha de la compañía, Clemente Morate, a señalar que “el tiempo y la experiencia nos dan la razón”. Porque SESVanderHave se concentra en la mejora genética de la remolacha “con el objetivo de alcanzar la máxima renta para el agricultor y la industria, ya que existe un equilibrio entre una producción máxima de azúcar y un rendimiento óptimo de extracción a coste reducido”. “Los resultados reflejan tanto la estabilidad de nuestras variedades como la capacidad innovadora para ir introduciendo novedades”, recalca Morate.

El principal objetivo de un productor es obtener la máxima producción con el mínimo coste. Por esa razón, según el técnico, “elige variedades de alto potencial productivo y que se adapten a su parcela y a su explotación”. De hecho, “hoy en día el cultivador de remolacha tiene a su alcance información y dispone de la experiencia suficiente para eliminar los factores que disminuyen el rendimiento o encarezcan la producción”.


En los años 80 SESVanderHave desarrolló la primera variedad resistente a rizomanía


Nuevos factores de estrés, como la sequía, el calor o las pérdidas de azúcar en silo, están empezando a ser tenidos en cuenta tanto por los agricultores como por la industria, “y SESVanderHave consagra desde hace tiempo numerosos recursos en investigación a estos fenómenos”.

Señala el técnico de SESVanderHave que la resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades “es crucial”. Recuerda cuando en los años 80 se extendió la rizomanía por las zonas de cultivo de remolacha. En aquella época SESVanderHave desarrolló y comercializó la primera variedad tolerante a rizomanía. “Si no lo hubiéramos hecho, en numerosos lugares hoy ya no se cultivaría remolacha azucarera; en España probablemente sólo se hubiera salvado Andalucía”, apunta.

Sin las actuales variedades Flex-Field tolerantes a nematodos, “que son tan productiva como las demás”, la disponibilidad de tierra útil para la siembra de remolacha sería mucho menor.

Lo mismo sucede con la rhizoctonia; ha costado más tiempo y esfuerzo, “pero las actuales variedades tolerantes ya empiezan a rozar el potencial productivo de las que no lo son”.

Las enfermedades de hoja, como oídio, cercospora, roya o ramularia “no limitan la posibilidad de cultivo como las anteriores, pero sí frenan la rentabilidad aumentando el coste y disminuyendo la producción”, señala Morate. Por eso “se ha trabajado mucho y la selección de variedades ha mejorado mucho la tolerancia. SESVanderHave ha conseguido romper la correlación negativa que existe entre rendimiento y resistencia a enfermedades de hoja, pues posee ahora las herramientas necesarias para conseguirlo”. De hecho, la variedad Papillon “es la primera de una serie de variedades con una gran tolerancia a cercospora”.

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