El proceso de concentración y profesionalización gana impulso en Castilla y León, donde cuatro cooperativas de primer grado (Acor, Cobadu, Agropal y Copiso) están entre las diez primeras de España. La Junta trabaja en un nuevo plan de fomento para 2018
El número 48 de CAMPO, publicado el 6 de agosto, incluye un número especial dedicado a estas sociedades. Las cooperativas analizadas aparecerán gradualmente en www.campocyl.es
El modelo cooperativo ha dado el salto a la modernidad para ser mucho más que un colchón para el agricultor y el ganadero. En los últimos años se ha acelerado el proceso de modernización y dimensionamiento, de modo que estas sociedades han adquirido capacidad para influir en el mercado. También para competir en un escenario cada día más competitivo y para afrontar con éxito el fenómeno de la globalización.
Volumen de facturación. Las cooperativas suponen más del 21% del sector agrario español por volumen de facturación y suman el 18% de las exportaciones, lo que refleja de forma palpable ese camino hacia el crecimiento.
Castilla y León no permanece al margen de este fenómeno y cuenta con 380 de estas sociedades, que suman el esfuerzo de 50.000 profesionales. La suya es una posición de cierto liderazgo en el conjunto nacional, puesto que entre las diez primeras cooperativas españolas figuran cuatro con una implantación importante en la comunidad: Acor, Cobadu, Agropal y Grupo AN.
Analizadas exclusivamente las cooperativas de primer grado figuran en ese ranking Acor, Cobadu, Agropal y Copiso, mientras que dos destacan entre las de segundo grado: Copiso y el Grupo AN.
Proceso de concentración
La difícil situación que atraviesan las pequeñas sociedades, tanto cooperativas como las que funcionan bajo otra figura jurídica, justifica de sobra el proceso de concentración, respaldado por las administraciones. Así lo señala el director de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), Jerónimo Lozano, para quien “las cooperativas siguen una evolución similar al resto de las explotaciones agrarias: van ganando dimensión y se van profesionalizando”.
También destaca que existen elementos que permiten fortalecerlas, como los acuerdos comerciales y de colaboración entre ellas. De hecho, “la normativa sobre entidades asociativas prioritarias sigue la misma tendencia de caminar hacia unas cooperativas cada vez más profesionalizadas”.
De hecho, acaba de cumplir cuatro años de vigencia la Ley de fomento de la integración de cooperativas y de otras entidades asociativas de carácter agroalimentario, que contenía los dos instrumentos básicos para estructurar el sector: el Plan Estatal de Integración Asociativa y la Entidad Asociativa Prioritaria.
Para beneficiarse de las ventajas que da ser una de estas entidades la norma exige requisitos como la implantación supraautonómica, la comercialización conjunta de la producción, la entrega de la totalidad de la producción por parte de los agricultores y ganaderos y un control democrático en su funcionamiento.
Plan de cooperativismo
Desde la Consejería de Agricultura y Ganadería se ha anunciado el inicio de los trabajos para elaborar un nuevo Plan de Cooperativismo Agrario. La consejera Milagros Marcos ha señalado que se va a evaluar el plan vigente en la actualidad para, a continuación, comenzar el diseño del siguiente con el objetivo de que sea más participativo. El nuevo programa se pondrá en marcha en 2018 y estará más vinculado a la industria y la distribución.
El objetivo final es que el cooperativismo sea “más fuerte y esté más unido” a través del fortalecimiento de la comercialización conjunta “y demostrando que los socios tienen ventajas competitivas frente a los que no lo son”. La consejera ha destacado “las ventajas que supone que el plan englobe toda la cadena para hacerlo más atractivo a través de la incorporación del sector industrial y comercializador”.
Implicación con el territorio
Otro hito se dio el pasado febrero, cuando se constituyó el Comité de Cooperativismo Agrario, cuyo fin es asesorar a la consejería en todo lo relacionado con este tipo de sociedades. El objetivo es mejorar el cooperativismo y fomentar su implicación en el desarrollo rural. El comité pretende “apoyar la integración, viabilidad y continuidad de las cooperativas”, lo que pasa por la formación del socio y por “fomentar la cultura empresarial”.
Un repaso a las principales cooperativas de Castilla y León: