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martes, marzo 19, 2024
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Cultivos en Castilla y León: la meteorología lleva a una implantación irregular de los cultivos

En CAMPO 41 repasamos la situación de los cultivos de Castilla y León

Colza y cereal registran una nascencia bastante pobre en el norte. En Tierra de Campos muchos agricultores han tenido que resembrar

Los viticultores inician la poda en seco y ya se prepara el suelo para el girasol

Alfredo Allende/ Ricardo Ortega

El frío se ha convertido en protagonista del campo de Castilla y León. Más que nada porque su ausencia durante el año pasado había llevado a muchos profesionales a temer la pérdida de un aliado fundamental en la lucha contra las plagas y en el asentamiento de los cultivos.

La otra protagonista es la ausencia de humedad, que ha deparado un panorama desigual para el cereal. En la mitad norte de la comunidad autónoma la situación es bastante peor que la que presentan las parcelas de los campos meridionales. “En el sur está mejor”, resume el responsable de Cereales de la cooperativa Grupo AN, Roberto Martín. “En Tierra de Campos el cereal está muy mal. Podemos hacer una delimitación de Valladolid hacia arriba y hacia abajo para hacernos una idea de dónde la situación es más problemática”, señala.

En la comarca terracampina, de hecho, el retraso del cultivo es tan importante que muchos agricultores se han visto obligados a resembrar. La situación se agrava, además, por la presencia de topillos.

“De Medina de Rioseco hacia arriba está peor”

José Luis Sainz, responsable comercial de Euralis Iberia Norte y de Agricultura y Genética, coincide con el diagnóstico respecto a la zona norte de la comunidad, donde el cereal está pasando por problemas debido a la baja pluviometría.

“El cultivo está tardío y con escaso desarrollo”, señala, y las incidencias se hacen notar más según en qué zonas. En algunas la nascencia no ha sido nada homogénea.

“De Medina de Rioseco hacia arriba está peor: retrasado y con poca humedad”, describe Sainz.

Más superficie de trigo de regadío

En la zona de regadíos de León ha aumentado este año la superficie dedicada a trigo, sobre todo por las condiciones favorables que se han dado para este cultivo, “con las parcelas despejadas”, como describe Roberto Martín.

También se pueden mencionar entre las causas los precios bajos que está registrando el maíz y la obligatoriedad de las rotaciones que impone la Política Agraria Común (PAC). En esta zona de León cabe destacar, además, la presencia de pulgón negro detectada en el mes de diciembre.

Las heladas perjudican a Tierra de Campos

Por si fuera poco, las heladas de las últimas semanas también están perjudicando al cultivo. Las tierras fuertes acusan más que las ligeras los inconvenientes meteorológicos. “Y en enero pintan bastos”, sentencia José Luis Sainz respecto a que las lluvias no acaban de llegar.

Se puede decir que el campo presenta cierta similitud con la situación de la campaña pasada, con la diferencia de que entonces cayó más agua en septiembre y octubre.

De este modo, los agricultores apenas han podido realizar labores. Además, los trabajos que han llevado a cabo hasta ahora han sido en precario debido a la escasa humedad del terreno. Ha sido prácticamente inservible usar la vertedera para los barbechos. “A ver si en enero o en febrero llueve”, pide Sainz.

Mientras tanto, en la provincia de Zamora el cereal ha nacido y presenta un buen estado con carácter general, como apunta el agricultor toresano Ricardo García Sánchez.

Un cereal demasiado adelantado

En Segovia las siembras se realizaron en su momento; incluso algunos cereales brotaron demasiado adelantados, pero el tiempo atmosférico “los ha puesto en su sitio”, como señala José María Llorente, secretario provincial de Asaja. El frío se ha hecho notar con fuerza en la provincia, y en su opinión “este año se confirma que las temperaturas bajas son benignas y permiten que los cultivos se asienten”.

Eso sí, estamos ante un invierno muy seco, con los cauces de los ríos muy bajos, de modo que la primavera tendrá la última palabra. “El agricultor segoviano siempre prefiere los inviernos fríos y no excesivamente húmedos”, apunta, pero si no nieva en la sierra ríos y los acuíferos lo van a acusar con fuerza.

“No hay que hacer las labores a destiempo”

Algunos agricultores están entrando a las fincas para abonar aprovechando que el suelo está duro y no se perjudica al cultivo. “Más vale hacerlo pronto que después no poder hacerlo por la meteorología”, advierte Llorente, que sin embargo contempla el reverso de las cosas; en algún momento cambiará el tiempo, “y está claro que la maquinaria te permite trabajar casi en cualquier momento, pero esa es la razón de que muchos agricultores jóvenes hagan las labores a destiempo, y por lo tanto mal”.

Trigo “muy sucio” en la Ribera del Duero

En la comarca de la Ribera del Duero vallisoletana hay trigos y triticales muy adelantados, que han crecido mucho pero que están “muy sucios” por malas hierbas, mientras las cebadas de dos carreras “están saliendo” pero no se han desarrollado del mismo modo.

Así lo apunta el agricultor José de la Torre, para quien existe el riesgo de que el frío termine haciendo que se pierda algo de grano, “aunque aún es pronto para saberlo”.

Ahora mismo hay cebadas con grano algo hinchado pero con poco tallo, en las que se nota que no han desarrollado la raíz. En su opinión, el campo pide “que caiga agua o nieve”.

La colza también ofrece un panorama irregular

Para la colza tampoco ha lucido el tiempo en el norte de la región. En la mitad septentrional vallisoletana, las que se sembraron en el secano no han nacido en algunas parcelas. Mientras, las que pudieron germinar más tarde de las fechas habituales acumulan problemas. Para rematar la faena, han llegado las heladas.

“Se podía haber sembrado más colza porque había ambiente de ello, pero la falta de lluvia ha estropeado fincas y ha quitado la intención de hacerlo en otros casos”, explica José Luis Sainz, responsable de Euralis Ibérica Norte y de la compañía Agricultura y Genética.

Mientras tanto, en la comarca de Toro, Ricardo García señala que la colza ha detenido su crecimiento cuando ha llegado al frío, pero para entonces la planta había alcanzado un desarrollo suficiente. Eso sí, el crecimiento de la planta se muestra desigual en función de las zonas. Para José Crespo, técnico de Cobadu, las colzas “están traseras” este año por culpa de las siembras tardías, pero la suya es una de las zonas de producción en la que las plantas nacidas llegarán al final del ciclo si no hay catástrofes.

Con un matiz: el principal causante de ese desarrollo limitado no ha estado en el tiempo atmosférico, sino en el empleo de los herbicidas. Estos tratamientos se aplicaron cuando la planta era demasiado pequeña y en unas condiciones meteorológicas que propiciaban muy bien su incorporación a la planta. Como consecuencia, las plantas se han visto afectadas y han crecido sensiblemente menos de los que les correspondía.

El viñedo inicia la poda

La poda en seco se ha iniciado en las diferentes comarcas vitícolas, aunque persiste el debate sobre cuáles son las fechas óptimas para hacerlo. Ricardo García, de Toro, señala que los mayores de la zona son más partidarios de esperar a febrero o marzo, puesto que la planta podada en estas fechas es más vulnerable a las heladas. Y hacerlo demasiado pronto tampoco es bueno pensando en la yesca: si se poda más tarde, la cepa ‘llora’ y se sanea.

Arando para el girasol

En las comarcas donde se cultiva girasol ya se ha empezado a arar, aunque falte mucho para la siembra. Hay que aprovechar que, pese a las heladas, el suelo no está demasiado duro y queda esponjado después de la labor. “Más que si pasas el arado marzo o abril”, subraya Ricardo Sánchez.

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