spot_img

La publicación agraria líder

viernes, abril 19, 2024
spot_img
InicioFertilizaciónHay margen para planificar un abonado de fondo sensato

Hay margen para planificar un abonado de fondo sensato

José Ángel Cortijo. Fertiberia

José Ángel Cortijo. Fertiberia

Octubre de 2018 nos recuerda mucho al mismo mes del año pasado, con una sementera realizada en seco o con escasa humedad. También con los mismos temores. El ejemplo de 2017 nos servirá de ejemplo durante muchos años para recordar que el sector trabaja con altos elementos de riesgo.

La producción anterior

El contexto es semejante, cierto, pero hay una diferencia enorme: en aquel otoño muchos abonaron poco o dejaron de abonar confiando en las reservas que quedaban después de una campaña muy escasa. Aunque se equivocaron porque quien sí lo hizo tuvo unos rendimientos muy destacados.

En cualquier caso, las reticencias para abonar de forma generosa hace un año se podían considerar comprensibles, pero ahora no tendrían justificación: si tras un abonado escaso hemos obtenido una producción por encima de la media, con el consiguiente consumo de nuestras reservas, ahora no podemos plantearnos dejar de realizar un abonado de fondo generoso, planteado desde parámetros de máxima producción y restitución de nutrientes.

Hacer las labores con tiempo

El agricultor conoce de sobra los secretos del abonado de fondo, pero no está de más recordar que en estos días podemos irlo realizando hasta abarcar toda nuestra explotación, sin que nos preocupe si faltan una, dos o tres semanas para la siembra.

El fertilizante de calidad no se va a deteriorar si lo hacemos de este modo y, por ejemplo, si aportamos un NPK con nitrógeno en forma amoniacal, más adelante podremos ir sembrando de forma progresiva. Es una ocasión para hacer bien las cosas, para adelantar trabajo y ganar tiempo, sobre todo teniendo en cuenta la proverbial incapacidad del agricultor para permanecer un solo día inactivo cuando se acercan las fechas de la siembra.

Lo que de verdad necesitamos

Hay tiempo para hacer las cosas bien, decimos, y por eso mismo el margen del que disponemos se puede emplear en planificar una fertilización racional y adecuada: en analizar cuáles son nuestras necesidades y, de forma consecuente, escoger el producto que de verdad necesitamos; si consideramos que requerimos un producto concreto o una formulación determinada, podremos pedirlo en nuestro almacén habitual o buscarlo en otros lugares. Por el contrario, si tomamos la decisión en el último minuto nos veremos obligados a comprar el abono que nos quieran vender, no el que necesitan nuestro suelo y nuestro cultivo.

¿Cuándo abonar?

Es otra regla de sobra conocida el que cada euro gastado en abonado de fondo…

Puedes seguir leyendo este artículo suscribiéndote a CAMPO

 

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img