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jueves, marzo 28, 2024
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ACCOE y Unistock presentan en Valladolid la nueva Corte de Arbitraje de Materias Primas

Valladolid acoge el 18 de octubre la Bolsa Internacional de Cereales del Duero, un encuentro de comercializadores de toda España.
Será el escenario de presentación de la corte de arbitraje recientemente constituida, como ha anunciado el secretario general de ACCOE y Unistock, José Manuel Álvarez

Arroyo de la Encomienda, en el alfoz de Valladolid, acoge el 18 de octubre la Bolsa Internacional de Cereales del Duero, un encuentro profesional en el que participarán todo tipo de profesionales vinculados al comercio de cereal. En el encuentro estarán representadas desde la producción hasta la conservación y la transformación, dentro de una jornada llamada a erigirse en referencia de la actividad mercantil de cereal en el interior de la península.
El encuentro, que se celebra en las instalaciones del AC Hotel Palacio de Santa Ana, servirá para presentar de forma oficial la Corte de Arbitraje de Materias Primas, cuyos asociados fundadores son la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE), la Asociación Española de Almacenistas Portuarios de Granos, Cereales y sus Derivados (Unistock) y Cooperativas Agro-alimentarias. el secretario general de ACCOE, José Manuel Álvarez, analiza los pormenores de esta novedad.
-El pasado 1 de agosto quedó inscrita en el Registro General de Asociaciones la Corte de Arbitraje de Materias Primas. ¿Con que objetivo se pone en marcha?
-La Corte de Arbitraje se ha constituido con la finalidad de ofrecer una alternativa a los tribunales, especializada y liderada por las Asociaciones más fuertes y representativas del sector del comercio de materias primas, para dirimir las disputas comerciales relativas a transacciones o contratos de materias primas que puedan surgir entre los actores de este sector (cooperativas, comerciantes, fabricantes, multinacionales y agricultores), así como cualquier otra cuestión que le pueda ser encomendada por las partes, promoviendo la justicia y la equidad en la resolución de dichos conflictos; así como con la finalidad de administrar los arbitrajes que se le sometan, ya sean de carácter nacional o internacional.
-¿Cuál es el papel de entidades como ACCOE y Unistock de España?
-ACCOE y Unistock de España son dos asociaciones de ámbito nacional con larga tradición el sector. ACCOE agrupa a los operadores de cereal que mayoritariamente comercializan el cereal producido en España. Los componentes de Unistock de España son las empresas dedicadas al almacenamiento portuario de granos, cereales y sus derivados.
-¿En qué consiste la Bolsa Internacional de Cereales del Duero y con qué objetivos se convoca?
La Bolsa Internacional de Cereales del Duero es una jornada de contratación extraordinaria creada con la intención de que acudan a Valladolid todos los profesionales relacionados con el sector empresarial de los cereales, constituyendo este encuentro como la principal referencia mercantil del cereal en el interior de España.
Desde las asociaciones convocantes, nos hemos dado cuenta de que, a pesar de ser la Comunidad Autónoma mayor productora de España, Castilla y León carecía hasta ahora de un evento de este tipo, por lo que la consideramos una ocasión para que un gran número de operadores, procedentes tanto del panorama nacional, como del Internacional, encuentren aquí un marco único de referencia para la puesta en común y análisis de los temas de actualidad que conciernen al sector y aprovechen la oportunidad para crear y afianzar lazos comerciales.
-El agricultor cerealista se felicita por una cosecha abundante, mientras lamenta los precios bajos. ¿Qué mensaje se le puede transmitir desde el ámbito de los operadores?
-No todas las campañas se pueden dar cotizaciones que satisfagan a todo el mundo. Recordemos que el sector ganadero también se vio muy afectado por los precios extraordinarios del cereal que se dieron hace unos años. Como hemos indicado en numerosas ocasiones, los operadores somos los más interesados en que las cosas le vayan bien al agricultor, ya que son, en muchos casos, al mismo tiempo nuestros clientes y nuestros proveedores. No obstante, debemos ser conscientes de que estamos en una cadena y que si alguno de los eslabones se resiente, al final perdemos todos.
-En ese sentido, ¿qué le diría a un agricultor que duda sobre mantener el cultivo ante unos márgenes que se estrechan en virtud del precio bajo que recibe?
Las explotaciones agrícolas son en realidad empresas y deben ser entendidas y gestionadas como tales.
El agricultor, al igual que el resto de componentes del sector, no ha de mantenerse ajeno al elevado grado de profesionalidad que exige convertir una empresa en rentable por lo que debe saber adecuarse al entorno de hipercompetencia que le rodea mediante estudios de viabilidad, racionalización de los gastos, dimensionamiento adecuado de la maquinaria y aportar un valor añadido para los clientes.
En un sector productivo con márgenes tan estrechos de beneficio hay que gestionar con miras a medio y largo plazo, teniendo en cuenta que su competencia ya no sólo no es local, sino que la vacas del ganadero del pueblo de al lado pueden estarse alimentando con pienso elaborado con cereales producidos en la otra punta del mundo.
-¿Se abusa de la palabra ‘especulación’?
Sí. Empecemos por decir que todo agente económico tiene algo de especulativo. La actividad económica se vertebra en torno a expectativas. Gracias a que siempre hay gente con expectativas encontradas, puede haber comercio, es decir para que alguien pueda vender, alguien tiene que querer comprar.
En mayor o menor medida, todo el mundo especula. Los agricultores procuran siempre vender su cosecha en el precio más alto posible, y los transformadores intentan comprar en el más bajo. Si intuyes que el coche que estás vendiendo, la semana que viene valdrá 1.000 euros más, sin duda, esperarás.
En momentos en que la oferta es claramente superior a la demanda, los movimientos son pequeños rondando los precios el coste de producción, y muchas veces a descuento. No olvidemos que hace no tanto tiempo en Europa se quemaban montañas de mantequilla y leche en polvo, para liberar al mercado de excedentes.
Coincide que se ajusta la oferta y la demanda en un momento en que se producen tensiones en todos los mercados (materias primas minerales, petróleo, derivados financieros, oro, etc.) y muchos inversores identifican las materias primas para alimentos como un bien que difícilmente puede quedarse sin valor. Se supone que antes se dejará de utilizar petróleo que alimentos…eso hace que entren cantidades ingentes de dinero en ese mercado que hace que se acentúe la volatilidad.
No es este mercado el que es especulativo, es el ser humano.
-¿Cuál va a ser el efecto de la histórica cosecha de cereal registrada este año sobre el precio del producto (si es que va a haber alguno)?
Como en todos los sectores productivos no intervenidos, el mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda. Llevamos una serie de años en los que la producción mundial de cereales y oleaginosas ha crecido hasta niveles que hace unas décadas se habrían considerado de ciencia-ficción. Aunque nuestras cosechas no llegaran a cotas deseables, no estamos aislados de nuestro entorno. Actualmente, una alta producción nacional ya no significa, como antes, una bajada de las cotizaciones, ni viceversa.
Si a esto le unimos otros condicionantes, como por ejemplo la caída del precio del petróleo que ha dejado a los biocombustibles en ‘fuera de juego’ con el consiguiente descenso de consumo, nos encontramos en un escenario que deja poco margen a la especulación. En definitiva, es el propio mercado el que dicta los precios.
-¿Qué reivindicaría ante las administraciones para garantizar la transparencia y la igualdad de oportunidades en el ámbito de la comercialización de cereal?
-Estamos ya cansados de repetir en todos los foros que desde ACCOE abogamos por un mercado libre autorregulado, por lo que consideraríamos muy positiva la implantación de medidas que eviten la discriminación entre operadores. Las ayudas constantes que perciben las empresas de gestión cooperativa suponen una distorsión del mercado, generan competencia desleal, y provocan, en la mayoría de los casos, debido a la deficiente gestión de este tipo de empresas, una merma considerable de las posibilidades de negociación de los agricultores.
Insisto en que todos tenemos que tener muy en cuenta, y especialmente las Administraciones Públicas, que todos los eslabones de la cadena muestran fuerza o debilidad en función de la relación entre ellos. Es decir, uno no gana si el otro pierde, puesto que lo que hoy parece una ventaja comercial, mañana se puede convertir en la pérdida de un cliente o un proveedor. Por eso en ACCOE nos mantenemos alerta sobre cualquier ventaja competitiva que desde la administración se otorgue a las empresas en función de su constitución jurídica. No nos parece de recibo que las políticas agrícolas autonómicas y estatales intenten favorecer siempre a los mismos, con medidas que vulneran mediante ayudas y subvenciones los pilares básicos de la competencia.
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