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jueves, marzo 28, 2024
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El topillo afecta al 56% de la comarca palentina de Campos y ya hay dos afectados por tularemia

Los topillos han hecho acto de presencia en Castilla y León, con la provincia de Palencia como el territorio más afectado. En concreto, como en otras ocasiones, la comarca de Campos es la que se lleva la peor parte.

La organización agraria Asaja calcula que un 56% de la superficie de la comarca presenta daños de al menos el 5%, mientras ya se constata infestación en otras como el Cerrato, Boedo-Ojeda y Saldaña-Valdavia. Teniendo en cuenta que el daño medio en esa zona es de un 12%, Asaja cifra pérdidas económicas en más de 15 millones de euros.

Tras declarar el nivel naranja de alerta por topillos, la única medida autorizada por parte de la Junta de Castilla y León para acabar con estos roedores es el laboreo con volteo, que no se considerará incumplimiento de las normas de la condicionalidad. Para la organización se trata de una medida “totalmente insuficiente” para solventar el problema y recuerda que para llevarla a cabo se tienen que dar una serie de condiciones que en estos momentos no existen, como la lluvia abundante. Por ello se trata de labores que suelen llevarse a cabo en otoño, recuerda.

Por esa razón Asaja insiste en defender la quema de rastrojos como la medida más efectiva contra la plaga. También las labores de limpieza cuya competencia pertenece a las administraciones y donde los agricultores no pueden actuar: márgenes de ríos y arroyos (CHD), carreteras (Gobierno, Junta y diputaciones) y caminos (ayuntamientos).

Además de los daños constatados por los topillos en los cultivos, existe preocupación en el campo ante la próxima sementera, “que se verá gravemente comprometida de no actuar con celeridad y contundencia para erradicar la plaga”, advierten desde Asaja.

Cartas a los ayuntamientos para aprobar una moción

Ante la situación que está viviendo la provincia a causa de la superpoblación de topillos, Asaja Palencia ha remitido una carta a los alcaldes de las zonas afectadas instando a aprobar una moción desde su respectivo ayuntamiento para exigir a las administraciones el cuidado y la eliminación de los topillos en las infraestructuras de las que son titulares, tales como carreteras, y márgenes de ríos y arroyos, tradicionales vías de dispersión de los roedores, y en los cuales los agricultores no pueden actuar.

Tularemia

En la carta se informa a los ayuntamientos sobre el riesgo de aparición de tularemia asociada a los topillos y las actividades de riesgo que requieren una prevención especial para agricultores y vecinos.

De hecho, la organización agraria señala que ya comienzan a aparecer los primeros casos de tularemia en las zonas más afectadas por los topillos,  donde puede observarse cómo prácticamente todos los espacios se encuentran invadidos: “No solo acequias, arroyos, ríos y sistemas de agua para riego, sino también los cascos urbanos, parques, jardines, calles y piscinas”.

Desde la propia Junta de Castilla y León se ha confirmado el segundo caso de tularemia en Palencia y está investigando un tercer caso sospechoso.

Desde el Servicio Territorial de Sanidad se está procediendo a realizar una búsqueda  de casos de esta enfermedad que hubieran podido pasar desapercibidos en las últimas semanas. Sobre los antecedentes de riesgo, la exposición medioambiental podría ser el principal factor.

La tularemia es una enfermedad que puede cursar con distintas formas de presentación y formas de contagio. Pueden aparecen síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general) y, en ocasiones, con lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados.

La tularemia es endémica en Castilla y León, con brotes cíclicos. No es contagiosa entre personas y tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos. La prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar su contagio, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión.

Por ello, la Junta recomienda evitar el contacto con animales muertos, enfermos o con comportamientos no naturales; evitar el consumo de aguas no controladas; es necesario protegerse de las nubes de polvo en aquellos lugares donde proliferen animales susceptibles de la transmisión; utilizar ropas protectoras y productos repelentes para evitar picaduras de insectos o garrapatas; utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen animales, se manipulen o se retiren, y no permitir que los niños toquen animales muertos.

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