La cosecha de la cebada ya ha arrancado en la comarca soriana de San Esteban de Gormaz, con unos rendimientos que están alcanzando los 3.500 kilos por hectárea en los peores secanos.
En el otro extremo, el cultivo está llegando incluso a los 6.000 kilos por hectárea “en los buenos regadíos y en las mejores tierras”, como destaca el agricultor José María ‘Chema’ de Diego.
Las excepciones pueden estar en municipios de la misma comarca en los que el pedrisco hizo acto de presencia, y que obtendrán peores rendimientos.
Cabe prever un peor comportamiento del trigo respecto a la cebada
En esta tierra situada a casi 900 metros sobre el nivel del mar es pronto aún para recoger el trigo, que todavía conserva parte de su tono verdoso.
En cualquier caso, cabe prever un resultado más irregular que en el caso de la cebada.
Otra de las dudas reside en el centeno, para el que la lluvia tardó en llegar una vez sembrado.
Se perdió una parte importante de las plantas por esa ausencia de agua, por lo que está por ver cómo se comportará finalmente el cultivo.
El girasol, dispar
La situación es muy diferente para los diferentes girasoles en función de cuándo se sembraran.
El que se sembró en fechas más tempranas se ha desarrollado muy bien y cabe esperar unos buenos rendimientos, aunque la planta no ha florecido aún, como corresponde a estas fechas en la provincia soriana.
Al mismo tiempo, el girasol que se sembró más tarde está muy retrasado y lo tiene muy difícil para llegar a dar pipa este año, como lamenta De Diego.