Las siembras de cereales de invierno estaban prácticamente terminadas en el conjunto de la UE a principios de diciembre, aunque siguieran en algunas comarcas productoras, por ejemplo en zonas de Castilla y León
La campaña se caracteriza por un invierno más precoz y las heladas, más numerosas. La primera consecuencia que cabe prever es una menor presencia de plagas y enfermedades durante la primavera de 2017.
La consultora Stratégie Grains ha realizado una primera estimación de cosecha, realizada a partir de una superficie de cereal muy similar al año pasado, en torno a los 24,2 millones de hectáreas. En el caso de la cebada, ea superficie será de 12,3 millones de hectáreas.
A partir de estos datos, y teniendo en cuenta el histórico de rendimientos por hectárea, la consultora prevé una producción global de cereales en la UE 28 de 306,6 millones de toneladas, un incremento que obedece sobre todo al trigo blando y en menor medida a la cebada y el maíz en grano.