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viernes, marzo 29, 2024
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Los primeros trigos de secano no llegan a los 2.000 kilos por hectárea

Las producciones de cereal no están siendo el desastre anunciado en Castilla y León, aunque con producciones de menos de 2.000 kilos por hectárea, sobre todo en el caso del trigo, el agricultor se puede cuestionar si le ha valido la pena el trabajo desarrollado y la inversión realizada en los diferentes insumos.

Juan Jesús Valero, de Donhierro (Segovia), ha cosechado toda la cebada, con una variedad muy dispar de resultados. Ha obtenido rendimientos de 1.000, 1.200 y hasta 1.800 kilos por hectárea en la cebada de secano. Las cebadas de regadío le han dado entre 3.500 y 4.000 kilos.

En cuanto al trigo de secano, también irregularidad. “En una parcela he tenido 1.600 kilos por hectárea y en la de al lado, 900 kilos”, con unos resultados bien diferentes en el regadío: rendimientos entre 4.000 y 5.000 kilos por hectárea, e incluso 6.000 allí donde puso R1 para obtener su propia semilla.

Chema de Diego, agricultor San Esteban de Gormaz (Soria), destaca la abismal diferencia que se ha registrado entre las cebadas tempranas y las más tardías. Las primeras se han movido entre los 3.000 y los 4.000 kilos, mientras que las tardías no llegan a los 1.000.

En las tierras de Gormaz parece que no se han cumplido los malísimos presagios respecto al trigo, de modo que se han cosechado 2.000 kilos por hectárea y en algunos casos por encima de esa cantidad. “El que ha hecho bien las cosas puede tener margen para ganar algo”, destaca el agricultor.

Miguel Corrales, de Horcajo de las Torres, en la comarca abulense de la Moraña, apunta que el centeno híbrido no ha tenido un buen año, con rendimientos entre los 600 y los 1.500 kilos, “siempre muy lejos de los 2.000”, aunque hay que tener en cuenta que la primavera ha sido mala y que este cereal se destina a los peores suelos.

La cebada le dio entre 900 y 2.000 kilos, mientras que los trigos de la comarca oscilan entre los 1.000 y los 2.000 kilos de algunas parcelas en las que se sembró sobre barbecho.

En el norte de la comarca de Toro (Zamora), Félix Asensio del Teso ha cosechado sus 78 hectáreas de cebada de secano, con un rendimiento medio de 3.780 kilos. Algunas parcelas le han dado hasta 4.700 kilos. Un resultado muy bueno para un año como este, sobre todo teniendo en cuenta que en ningún caso había puesto cebada sobre barbecho.

“Es verdad que el resultado es bueno, pero la explicación no está en que yo sea más listo o haga las cosas mejor que nadie”, advierte. Radica más bien en el tipo de suelo, francoarcilloso, al que las escasas lluvias de primavera le fueron muy bien. Además, no ha habido problemas sanitarios en su zona y los cereales estaban “muy limpios”. “Y es que no se cabalga igual en un caballo cojo que en uno bueno”, subraya.

Eso sí, subraya Félix que en la zona se han dado mejor las cebadas que los trigos, “que prometían mucho al principio pero han ido empeorando, con la excepción de algún barbecho”, apunta.

En comparación, en la zona han ido peor los regadíos que los secanos. Las cebadas de riego han dado medias de 5.000 o 5.400 kilos, pero después de aportar agua cuatro veces.

Como balance global del cereal, destaca que sumando secanos y regadíos ha obtenido 4.500 kilos por hectárea, lo que le sabe a poco frente a los 6.600 kilos del año pasado.

En cuanto al peso específico, las noticias también son positivas, ya que en cebada de secano ha obtenido una media de 67, cuando un resultado “normal” se sitúa en los 64. En regadío ha habido pesos específicos muy diferentes, pero la media puede estar también en 67.

Foto: Campo de cereal en Mojados (Valladolid).
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