Los agricultores de Castilla y León pueden cosechar 4.000 kilos de trigo por hectárea, frente a los 4.800 del año pasado, según la previsión de Cooperativas Agroalimentarias de España.
José Ángel Cortijo, responsable de Fertiberia para el noroeste de España, destaca que la cosecha estará por encima de la media para los agricultores que se hayan librado del temporal. “No deja de sorprender los resultados tan positivos, después de la falta de lluvias que ha habido entre los meses de marzo y junio”, subraya.
Los cultivos estaban bien presentados hasta entrada la primavera y no tendremos una gran cosecha porque mayo fue bastante fresco. “La gran incógnita es el trigo, que se ve más afectado por los hielos que las cebadas, que estaban más espigadas cuando llegaron las heladas”.
Para Cortijo, las lluvias han beneficiado más a las zonas más tardías, como Soria, Burgos o el norte de Palencia.
Esas lluvias han llegado tarde para el cereal leonés. Luis de Juan, de LESA, destaca que la diferencia de temperatura entre el día y la noche ha sido muy acusada y eso ha impedido a las plantas desarrollarse.
Por su parte, José María Santos, de Urcacyl, apunta que las lluvias caídas a lo largo de junio pueden haber ayudado a esos trigos a recuperarse, especialmente en la mitad norte, que es la más tardía y también donde existe una mayor concentración de trigos.
