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jueves, abril 18, 2024
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InicioCerealUna buena semilla es el inicio de una buena cosecha

Una buena semilla es el inicio de una buena cosecha

Casi el 50% de la semilla de cereal empleada es de origen desconocido, por lo que no puede garantizar una nascencia adecuada. Más aún en un año como este, en el que la meteorología lo ha puesto especialmente difícil. El precio sigue preocupando a los agricultores

José Manuel Gozalo

En plena campaña de siembra del cereal la elección de la semilla es clave para conseguir una buena cosecha. Desde la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales se vuelve a poner el énfasis en la utilización de semilla certificada. Esta asociación alerta del riesgo que conlleva el uso de semillas no autorizadas.

Según la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, solamente el 28% de la semilla que se utiliza en la siembra del cereal es certificada, el 20% es semilla acondicionada y un 9% es semilla que se reemplea, con lo cual casi el 50% es semilla de origen desconocido.

“El grano es importante para una buena cosecha y las cosas no se pueden hacer de cualquier manera”, según José María Santos, responsable en el área de Cereales de la unión de cooperativas Urcacyl. Y en plena sementera, desde la Asociación Nacional de Obtentores de Semillas Vegetales se recuerdan las cifras de todos los años: que solo un 30% de la semilla está amparada bajo algún parámetro de calidad y que es semilla certificada. El resto es de dudosa procedencia y no tiene las garantías necesarias para una buena nascencia.

Es práctica habitual entre los agricultores sembrar una semilla R1 de primera generación y coger semilla para el próximo año. Multiplicarla, que se dice, y que es algo legal. Luego está la semilla R2, que sale de esa multiplicación y que certifica un obtentor de semilla. Y eso es lo que lleva a los agricultores a sembrar semilla R1 a 600 euros la tonelada para conseguir su propia semilla la campaña siguiente.

La Asociación de Obtentores Vegetales recuerda que la única semilla que se puede comercializar es la certificada. Niguna otra semilla para siembra puede ser comprada o vendida ni encontrarse legalmente en el mercado.

Valentín García, de la Unión de Campesinos de Valladolid y agricultor en la comarca de Tierra de Campos, reconoce que los agricultores utilizan poca semilla certificada, pero lo justifica en el precio. “Cierto que utilizamos menos de lo que nos gustaría utilizar, pero es que la semilla es cara. Un R1 cuesta 600 euros la tonelada y un R2, que se comercializa por una casa autorizada, puede superar los 310 euros la tonelada, cuando el precio del cereal es de 140 euros la tonelada, una diferencia injustificada”.

Buena parte de las siembras que se han realizado hasta ahora se han hecho en malas condiciones. Sobre todo las realizadas con el terreno muy seco. Asegura José María Santos que con esa escasez de precipitaciones “es muy probable que se haya perdido mucha semilla o que haya una mala nascencia”.

Eso es lo que puede suceder con las siembras de la colza, que este año se han realizado con el terreno extremadamente seco. Este es un cultivo que en los últimos años ha seguido creciendo en Castilla y León y el año pasado superó las 40.000 hectáreas. Pero es necesario sembrarlo en septiembre para que con las primeras lluvias del otoño el cultivo se desarrolle y alcance las cuatro hojas antes de que lleguen las heladas.

Junto a la colza, este año se espera que la superficie de trigo siga siendo superior a la de cebada, como ha venido ocurriendo en las dos últimas campañas. Si estas previsiones se cumplen, más de 900.000 hectáreas se sembrarán en la comunidad de trigo pienso y unas 800.000 de cebada. El resto hasta casi los dos millones serán de centeno, avena y girasol, en el mes de mayo.

Hay que reconocer que los actuales precios del cereal no animan mucho las siembras de estos días. Las cotizaciones tanto de la cebada como del trigo siguen sin recuperarse con claridad y arrastran precios que es difícil recordar tras varios años de cotizaciones por encima de los 170 euros la tonelada.

En la actualidad estos precios no superan los 140 euros, a pesar del descenso en las producciones de Francia, que por cierto ha arrastrado a la baja la producción final de la Unión Europea; un descenso que ha sido compensado por la buena cosecha en España.

El pronóstico de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acerca del comercio mundial de cereales para la próxima campaña supera los 388 millones de toneladas, con un incremento del 0,8%. Tanto Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, como Australia o los Estados Unidos llevan camino de aumentar sus ventas.

 

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