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viernes, marzo 29, 2024
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Favorecer la nascencia y el enraizamiento

El potencial de la colza está estrechamente ligado a un rápido y homogéneo nacimiento y, por tanto, su implantación es clave para que el cultivo se desarrolle con éxito

El fuerte y vigoroso crecimiento inicial permitirá crear una estructura de planta apta para producir

Fernando Garrachón. Marketing de Cultivos de Euralis fernando.garrachon@euralis.com

En un año en el que hemos sufrido los rigores de la meteorología nos acercamos a la campaña de la colza, cultivo de continuado crecimiento en superficie y que para muchos ha sido la salvación en un año más que complicado.

En Euralis pensamos que gran parte del aumento de superficie sembrada se ha debido a que muchos agricultores han encontrado en la colza un cultivo que les permite rotar sus parcelas, manteniendo e incrementando la rentabilidad de su explotación.

La experiencia de más de catorce años de desarrollo del cultivo en Castilla y León nos permite asegurar que el potencial del la colza está estrechamente ligado a una rápida y homogénea nascencia y, por tanto, su implantación es clave para conseguir el éxito.

Favorecer la nascencia y el enraizamiento de la colza son vitales al permitir un fuerte y vigoroso crecimiento inicial, que posibilite crear una estructura de planta capaz de alcanzar su gran potencial. A su vez, una planta fuerte antes de la parada invernal es capaz de tolerar mejor los rigores climáticos, sequía, heladas… e incluso soportar mejor la competencia de plagas y malas hierbas que pudiese tener la parcela.

Este cultivo, de fuerte raíz pivotante, verá favorecido el desarrollo de su raíz si la sembramos en un terreno no compactado, sin suela de labor y que en la preparación de este año o en anteriores haya contado con labores profundas. Y favoreceremos la nascencia si conseguimos un estrecho contacto de la semilla y la tierra, que permita a la colza mantener la humedad en el entorno de la semilla hasta su emergencia.

Fitosanitarios

Un factor muy importante en cualquier cultivo, pero más en la colza, es analizar qué herbicidas se han aplicado en la siembra anterior atendida en la misma parcela en la que ahora pensamos poner colza.

No debemos olvidar que hay materias activas que son residuales, que pueden afectar gravemente en su desarrollo y a la tolerancia a factores meteorológicos que debe soportar. Es fundamental consultar a su asesor o técnico proveedor de productos fitosanitarios de la explotación agrícola.

Obviamente, con la elección de la variedad híbrida de colza a sembrar estamos poniendo los cimientos de la cosecha y por tanto no es una decisión que debamos tomar a la ligera. Con la variedad estamos eligiendo tanto su potencial productivo como su perfil agronómico; claves en el resultado final.

Pero tan importante o más que lo anterior es la adaptación de la variedad a las condiciones de siembra de nuestra región, para lo que es indispensable un amplio y continuado esfuerzo de valoración y conocimiento varietal en la zona; aspectos en los que tanto Euralis como su distribución están haciendo un claro esfuerzo.

En cuanto a los ciclos de las variedades, en Castilla y León valoramos las variedades precoces a maduración -principalmente en parcelas de secano- y hemos obtenido excelentes resultados con variedades semiprecoces en el caso de terrenos de secanos frescos y también en regadíos.

Mayor rendimiento

Esta mayor capacidad productiva, unida a un exigente perfil sanitario y tolerancia al encamado, ha posibilitado tener en esta difícil campaña varias parcelas con rendimientos superiores a las cinco toneladas por hectárea. Son rendimientos que, si valoramos su precio de cosecha, han permitido a la colza en muchos casos volver a ser el cultivo más rentable en regadío para agricultores castellanos y leoneses.

He dejado para el final, considerando un factor que muchos agricultores cultivadores de colza o nuevos cultivadores deben tener en cuenta, el uso de variedades tolerantes a herbicidas de postemergencia de amplio espectro, también conocidas como variedades con tecnología Clearfield.

Estas variedades, además de los tratamientos utilizados en cualquier colza convencional, toleran la familia de las imidazolinas y así permiten un control más completo y flexible de las malas hierbas. Esta dinámica es clave para aquellas fincas en las que puedan tener posibilidad de presencia de crucíferas, siendo contra este tipo de malas hierbas la única solución selectiva y eficaz en su control.

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