Las pocas colzas de las sembradas en seco que sobreviven están muy mal. “Muy ralas”, especifica el experto de Cobadu José Crespo sobre las que él controla. En los terrenos zamoranos ya descartaron desde el inicio aplicar herbicida para ahora poner cebada si había que resembrar con cereal, como finalmente ha sucedido. En los regadíos de Zamora hay poca superficie de colza. En la zona burgalesa del Arlanza no hay casi.
Tras el invierno, en el caso de campos que han sufrido un estrés térmico considerable, es posible mantener el cultivo si el control de malas hierbas es correcto y contamos con una densidad de cultivo de entre 10 y 15 plantas por metro cuadrado (dependiendo del potencial del campo), con una distribución homogénea a lo largo de la parcela, señala Anxo Valiño, de Bayer.
Hay que adaptar las acciones sobre el cultivo (aplicación de nitrógeno y azufre, tratamientos frente a enfermedades y plagas, etc.) a la producción estimada. En cualquier caso, es importante mantener un contacto puntual con los expertos técnicos.
