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viernes, marzo 29, 2024
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La rotación rentable en colza en Castilla y León

En la Comunidad se siembra el 42% de la colza que se cosecha en España. Todo apunta a que esta campaña también será uno de los cultivos más rentables de la región tanto en secano como en regadío. Habrá muchas parcelas que den entre 4 y 6 toneladas por hectárea

Fernando Garrachón, Marketing de Cultivos de Euralis Semillas

Pocos habrán sido este año los castellanoleoneses que no se hayan cruzado con alguno de esos bonitos y llamativos campos de intenso color amarillo que han sido blanco de innumerables fotografías. Para aquellos pocos que aún no saben de qué cultivo se trata, hablamos de la colza.

Un año más, la colza continúa su imparable crecimiento en superficie y en número de adeptos tanto en Castilla y León como en el conjunto del territorio nacional. De acuerdo con los últimos datos oficiales, la superficie de colza en España en 2016 ha sido de 69.845 hectáreas, siendo nuestra comunidad autónoma la más importante en superficie, con 29.865 hectáreas, lo que representa el 42% del total nacional.
En líneas generales, si bien hasta que uno no cosecha no es bueno adelantar conclusiones, podríamos decir que un año más será uno de los cultivos más rentables del campo castellanoleonés, tanto en secano como en regadío.

Ahorro de agua

Un año como éste, en el que hemos tenido abundantes precipitaciones, es fácil encontrarnos con parcelas que aunque se encuentran en secano hasta la fecha parecen auténticos regadíos, con unas excelentes expectativas de producción. No obstante, no debemos olvidar en este año que es precisamente esta abundancia de lluvia la que ha ocasionado en algunas zonasproblemas localizados de encharque. En los rigores estivales serán estas fincas las que peor soporten las altas temperaturas, al haber reducido este exceso de agua la sanidad de la raíz principal; un factor muy importante para el cultivo.
En cuanto a las parcelas de regadío, hay un porcentaje muy elevado que prácticamente solo ha contado con ese riego tan necesario y rentable denominado riego inicial de nascencia. Y es precisamente este ahorro en el riego el que permitirá rápidamente a los agricultores valorar su rentabilidad.
Por otro lado, aquellas tierras de regadío en las que haya sido posible ayudar al cultivo con un par de riegos más (agricultores que tengan colza bajo pívot), incrementarán su ya alto potencial favoreciendo aún más la buena granazón que está teniendo la colza. Seguramente será posible que nos encontremos este año con cosechas muy exitosas con producciones de entre 5 y 6 toneladas por hectárea.
Estas producciones, si las valoramos con la referencia tantas veces enumerada en las charlas de campaña impartidas por Euralis -y que este año seguirá cumpliéndose- por la que el precio de la colza se sitúa aproximadamente en el doble del precio del cereal en la misma fecha, fácilmente será comprensible la alta rentabilidad del cultivo.

El cultivo que da dos veces

Si bien la colza es un cultivo en sí mismo rentable, es al analizar su efecto en la rotación cuando realmente vemos que merece la pena por su rentabilidad. Desde Euralis nos hemos referido en numerosas ocasiones a ella como “un respiro rentable en los sistemas cerealistas”, ya que el efecto mejorante que genera en el cultivo siguiente -que normalmente es el cereal- le ayudará a incrementar su potencial en un 10% respecto lo que obtendríamos ante una repetición de cereal sobre cereal.
El efecto mejorante se debe en gran medida a su raíz pivotante y a la mejora estructural que genera en el suelo, al reducir la compactación y mejorar la permeabilidad de la parcela. Es importante también su elevada tasa de restitución de nutrientes, ya que la colza devuelve al suelo gran parte de lo que se ha aportado al cultivo y de lo que ha sido capaz de captar de capas profundas.
Este año será fácil comprobar una de las principales ventajas que el uso de la colza genera en las explotaciones cerealistas. La repetición o el uso continuado de un mismo cultivo año tras año y la reiteración de materias activas en los productos fitosanitarios generan resistencias que hacen cada vez más difícil controlar las malas hierbas y luchar contra enfermedades que hasta hace poco aparentemente teníamos controladas.
Por otro lado, hay que destacar que además de la rentabilidad agronómica la colza recibe la ayuda a los cultivos proteicos que incrementa los beneficios para el agricultor.

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