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jueves, marzo 28, 2024
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Los agricultores de colza velan armas ante la posible presencia del gorgojo

La primavera se adelanta y la colza deja atrás la parada invernal, con un desarrollo que confirma una de las reglas de oro del cultivo: si la planta llega a los fríos habiendo alcanzado el estado de roseta el cultivo está salvado.

Las variedades ensayadas por Euralis Semillas en Finca Cirajas, en Mota del Marqués, han cumplido la norma y aprobaron con buena nota un examen difícil: la borrasca Hortensia.

Hoy la planta está en pleno desarrollo y empieza a ramificar, por lo que demanda agua y nitrógeno. Es un momento clave para el cultivo, que también se debe a enfrentar a la presencia del gorgojo.

Los agricultores ya están alerta ante la posible presencia de este insecto, por lo que ya se están colocando las trampas que deberán detectar el ataque.

El insecto puede aparecer a esta altura del año, cuando en ausencia de lluvia se superan los 10-12 grados centígrados, como recuerda Fernando Garrachón, de Euralis Semillas, para quien esta plaga es especialmente dañina en los años más secos.

En las fincas de regadío un gorgojo no tratado podría reducir los rendimientos hasta en un 15%, mientras que ese porcentaje podría ser del 25 o el 30% en el secano.

“Una de las claves reside en definir un umbral de tratamiento porque una ligera presencia puede ser asumible”, señala. Otro aspecto fundamental está en la detección de la plaga, ya que no tiene sentido tratar antes de tiempo. Estaremos haciendo un mal uso de nuestros recursos y, pasados los efectos del insecticida, veremos cómo el gorgojo hace su aparición.

El campo de ensayo de Euralis Semillas en Finca Cirajas se abona en cobertera de dos veces. La primera fue en diciembre, algo antes de lo habitual, ya que se quiso aprovechar el buen estado del terreno. De este modo se han evitado los problemas que se han producido en otra zonas, como en determinadas áreas de Salamanca, donde aún no se ha podido hacer el primer pase.

La segunda cobertera se realizará en cuanto el suelo lo permita, de modo que las cartas estarán echadas y ya solo se dependerá del tiempo para rematar un buen año de colza.

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