El precio de la leche se recupera ligeramente a pesar de estar viviendo una época difícil, con una caída general del consumo. El presidente de la OP de Leche de Oveja, Isidoro Torío, destaca que la IGP Queso Castellano es una importante novedad para el socio
La crisis sanitaria y de consumo generada por el nuevo coronavirus no ha impedido una leve recuperación del precio de la leche de oveja en el último año, en torno al 10%. Así lo señala Isidoro Torío, presidente de la Organización de Productores de Leche de Oveja de Castilla y León.
No es ajena a esa evolución favorable la puesta en marcha de esta cooperativa de segundo grado, constituida para ordenar el sector y hacer frente a un panorama casi desolador, con un valor de la leche que se había desplomado el 25% en apenas tres años, y con un imparable proceso de desaparición de explotaciones.
Una de las claves de su trabajo reside en la racionalización de las rutas de recogida. Que pasaran varios camiones por diferentes granjas de un mismo pueblo era algo que iba contra el sentido común y que contradecía el criterio de la rentabilidad, que ha primado en esta reorganización. Pero esa eficiencia no es una ley absoluta y desde la OP se apuesta por “no dejar fuera ninguna explotación”, de acuerdo con un espíritu de equidad.
Para Isidoro la recuperación del valor de la leche se debe sobre todo al aumento en las ventas, a pesar de que aún no se percibe en el mercado una de las grandes conquistas del sector: la constitución de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Queso Castellano, que ampara quesos elaborados con leche cruda o pasteurizada de oveja, procedente de explotaciones ubicadas en Castilla y León. En buena medida, va a convivir con la DO Queso Zamorano.
Los primeros quesos etiquetados con el nuevo marchamo saldrán al mercado después del verano y es de esperar que esta novedad mejore la percepción que tiene el consumidor de este alimento elaborado en la comunidad. Además, el estar arropados por el corazón amarillo de Tierra de Sabor es un elemento adicional que puede favorecer su comercialización.
En la organización de productores están representadas las cooperativas Montañas del Teleno, Asovino, Cogala, Mesenor, Covisurle y Vegaesla. Entre todas suman algo más de 600 ganaderos y comercializan 40 millones de litros, con destino a la elaboración de queso.
Los animales son de las razas assaf y lacaune, pero también churra y castellana, incluidas en el reglamento de la DO zamorana. La zona de producción se extiende por la Tierra de Campos zamorana, el sur de León, las comarcas meridionales de Palencia, Valladolid…
Para el presidente de la Organización de Productores, la pelea por obtener un precio mejor es una cuestión económica, pero también de justicia: son necesarios cinco litros de leche para elaborar un queso. “Industria y consumidor deben ser conscientes de lo que cuesta obtener una leche que tiene el doble de proteína que la de vaca”, señala Torío. Esa composición se refleja en las cualidades organolépticas del producto que llega al consumidor, que lo valora y que debe pagar por ello.
“Se trata de una leche de elevada calidad que tradicionalmente se cobraba por el triple del precio de la leche de vaca, una ratio que ha bajado hasta solo el doble. Hemos tenido una peor evolución que la leche de vaca”, lamenta Torío. De esa reflexión nació la necesidad de crear la Organización de Productores, que echó a andar en 2018 para aglutinar a los pequeños ganaderos y representarlos ante administraciones e industria.
También era una manera de adelantarse a la reestructuración del sector, que ya estaba en marcha.
