Enesa y Agroseguro han ampliado en el Plan 2020 las coberturas en los Módulos 1 y 2 del Seguro de Cultivos Forrajeros, cubriendo los daños por sequía en el cultivo de la alfalfa para forraje. Se garantiza así para las alfalfas, igual que en el caso de los cereales, hasta el 70% de las pérdidas ocasionadas por la sequía sobre el rendimiento máximo asegurado que ya viene fijado por la comarca agraria donde radica la explotación.
Asaja de Castilla y León anuncia que seguirá trabajando para que, atendiendo a la respuesta que tenga la suscripción de este seguro por parte de los agricultores de Castilla y León, se revisen algunos aspectos que pudieran no estar bien definidos, como los rendimientos asegurables o la tasa de riesgo que determina el importe de la póliza. La organización agraria ya ha pedido al consejero de Agricultura de la Junta, Jesús Julio Carnero, que se incremente el apoyo autonómico a este seguro, pasando del 10% de subvención que en principio se aplicará al forraje con carácter general, al 20% que se prevé para algunos cultivos en los que el seguro es más gravoso.
“Asaja de Castilla y León siempre ha hecho una apuesta firme por el seguro agrario como herramienta para garantizar al menos los costes de producción en años de climatología adversa, incluyendo como cobertura estrella los daños por sequía, ya que es un fenómeno recurrente en nuestra agricultura. Un buen seguro tiene que responder a las necesidades del sector, por lo que ha de estar bien diseñado técnicamente, y ha de tener unos costes asumibles, algo de lo que se tienen que encargar las administraciones implicadas, con ayudas a la contratación de las pólizas”, argumentan.
En Castilla y León el cultivo de alfalfa ha aumentado su presencia en los últimos años. Aproximadamente hay unas 64.000 hectáreas en secano, siendo las provincias con más superficie Palencia, Valladolid, Zamora, León y Burgos, aunque está presente en todo el territorio regional.
