La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) ha presentado las observaciones a los cambios normativos para enmarcar legalmente los aspectos ratificados en el Documento ‘Actuaciones para la erradicación de la tuberculosis bovina en Castilla y León’ firmado el 31 de enero y fruto de las intensas negociaciones llevadas a cabo en el seno de la Consejería de Agricultura, las organizaciones agrarias, asociaciones de ganaderos y la administración.
La Unión de Campesinos de Castilla y León considera que los acuerdos alcanzados durante el grupo de trabajo de tuberculosis bovina son un paso para flexibilizar los programas de erradicación de tuberculosis bovina en Castilla y León, pero según la organización, se debe seguir trabajando porque los compromisos se quedan muy lejos de lo que esta organización reivindica.
Las campañas de saneamiento ganadero continúan siendo el caballo de batalla de las explotaciones ganaderas de España y por ende, de Castilla y León. La interpretación de la normativa base por parte de la administración, está provocando innumerables problemas en determinadas zonas de la región, fundamentalmente derivados por las restricciones de movimiento que provoca graves perjuicios económicos.
Una de las novedades incluidas es que en las provincias con una prevalencia de más del 1% (Ávila, Salamanca y Soria) y en unidades veterinarias con prevalencia por debajo de 3%, las explotaciones T3H con un solo reactor positivo y dos en explotaciones de más de 150 animales saneados, podrán vender a cualquier tipo de cebadero siempre que en los animales reaccionantes no hayan cultivado microbiológicamente. Además las explotaciones T2+, Ts y Tr podrán vender a cebaderos T1 (sucios) realizando el saneamiento solo a los animales objeto del traslado y no a toda la explotación.
UCCL valora cualquier avance por pequeño que sea, “pero seguimos insistiendo que son insuficientes para reducir los graves perjuicios económicos que sufren las explotaciones ganaderas por la aplicación de los programas de erradicación. El nivel de prevalencia de Castilla y León es lo suficientemente bueno para intentar flexibilizar muchísimos más las campañas de saneamiento. Consideramos que no existe riesgo en los movimientos de terneros a cebaderos cuyo único destino sea el matadero, y movimientos necesarios dentro de la propia explotación que permitan ser alimentados y alojados de acuerdo con un sistema que compatibilice la rentabilidad económica y el bienestar de los animales”.
Por otro lado, no les pasa desapercibido el incremento desmesurado de fauna silvestre, “que comparte pastos con nuestras explotaciones ganaderas, que son reservorios y trasmisores directos de la tuberculosis por lo que es fundamental hacer un control poblacional efectivo de las poblaciones de fauna silvestre”.
Esta organización agraria plantea igualmente un cambio en el sistema de análisis para el diagnóstico de la tuberculosis bovina, que elimine la obligatoriedad de la prueba gamma interferón y sea una prueba diagnóstica a petición de parte.
La Unión de Campesinos valora que la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural mantenga el grupo de trabajo activo y se continúe trabajando para mejorar las campañas de saneamiento ganadero y así la relación entre ganaderos y administración frente al programa de erradicación de tuberculosis bovina.
