Parece que el maíz está tirando de galones y se afianza como referencia en los regadíos castellanoleoneses. Los buenos resultados de la campaña que está concluyendo, que el precio es ahora interesante y que la remolacha interesa cada día menos por cuestiones económicas ayudan a que suba peldaños en el escalafón. Así, es muy probable que haya más superficie de esta siembra para la próxima cosecha.
En León, provincia maicera por excelencia de Castilla y León, está terminada la cosecha en la practica. Las labores para preparar la temporada están al caer, confirman desde LESA. El panorama es similar en Salamanca.
Queda muy poco por recoger. Carmen de la Rosa, la responsable de Bayer de este cultivo, constata que apenas quedan fincas sin cosechar; solo alguna suelta en la que se han demorado los trabajos.
La campaña comenzó con la incertidumbre que acompañaba a la falta de agua para sembrar. Se pudo sembrar tarde y con prisas. Hizo más frío de lo habitual hasta mediado de julio y, después, arreció el calor del estío. La cosecha empezó tarde, pero con todo solucionado: las producciones medias han sido más altas de la media en un año bueno y con óptimo peso específico.
Parcelas en las que se recogen 15.000 kilos por hectárea han dado 17.000 kilos. “Han subido las medias. Y bastante… Ha sido buen año de maíz”, asegura con orgullo De la Rosa. La técnica de Bayer se muestra convencida de que habrá más siembras de este cereal. Percibe, además, que la euforia que reina en el sector maicero empuja a la sementera hacia el adelanto.
“Hay quien tiene la intención de sembrar en algunas zonas ya a mediados de abril, más temprano que otras veces”, apunta De la Rosa.
En Benavente prevén el inicio de la sementera de maíz para comienzo del mes de abril, siempre que marzo no sea pródigo en lluvias que impidan después entrar a las tierras. Los agricultores de la zona ya están impacientes por comenzar las tareas. “Hay ambiente de maíz”, recalca el experto de Cobadu Fernando Miguel.
