Se pueden ver en los campos de Castilla y León maíces en distintas fases de madurez, y esto es debido, a que empezaron las siembras como en un año normal (principios de abril), pero durante unos días hubo lluvias que, en función de la zona y la textura del suelo, tuvieron las labores más o menos tiempo paradas, según recuerda el técnico de Bayer Anxo Valiño.
“Esto hizo que en las primeras siembras tuviésemos algunos problemas de implantación a causa de la costra y que la sementera se escalonara mucho, encontrándonos hace unas semanas maíces en floración y otros al 50% de línea de leche”, rememora también.
Las altas temperaturas de finales de julio y principios de agosto han influido negativamente en el cultivo, ya que en algunos casos coincidía con la plena floración y con los índices más altos de necesidades de agua, que en muchos casos no han sido cubiertas por los riegos, ya que la evapotranspiración ha sido alta. “Un buen ejemplo obtenido de Fieldview, en Salamanca el día 27 de julio alcanzamos los 39,7º donde el consumo de agua por día del maíz se disparó a los 11,65 litros/día, cuando en los días anteriores estábamos con 8 litros/día y con temperaturas de 33-35º”, ejemplifica.
La previsión de Valiño sobre la cosecha es que no será mala. “Posiblemente, en la media global, no llegaremos a las producciones medias del año pasado, pero según zonas tendremos gratas sorpresas”, aventura.
El cultivo en muchos casos, debido a las altas temperaturas, ha acumulado más horas de calor durante este verano que el mismo periodo del año pasado, (entre siete y diez días de adelanto) con que la previsión de fechas de cosecha va a depender de cuándo se deje de regar y de las temperaturas de este mes de este septiembre. “Previsiblemente estemos con las cosechadoras a pleno rendimiento a mediados o finales de octubre”, sentencia el experto de Bayer.
Los maizales en León han tenido este año un desarrollo casi perfecto, tal como señala el presidente de Ucogal, Matías Llorente. “Solo falta que nos respeten las heladas”, pide. Apenas están regando ya porque el ciclo del cultivo está prácticamente cerrado. En apenas una semana dejarán de aplicar agua.
Las previsiones, así, son muy buenas. La campaña ha transcurrido de manera ideal: con calor y agua de sobra para el riego. En la misma provincia el último corte de alfalfa es muy bueno. Y hay previsiones de que las siembras de otros cultivos verdes como vezas y colza serán numerosas.
