“Es la campaña más complicada que he visto”, describe Carmen de la Rosa respecto al maíz. La gerente de área de Semillas de Dekalb explica que las siembras ya han concluido en Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia y Ávila, pero las perspectivas son muy preocupantes. En Valladolid la superficie descenderá entre 1.500 y 1.700 hectáreas, y en Palencia pasará de las 5.600 a las 1.000 hectáreas de cultivo. “En Saldaña, en la cuenca del Carrión en general, no se ha hecho nada”, lamenta De la Rosa.
El problema con el que se topan los regantes es que, durante la planificación de los cultivos, nadie les advirtió de posibles cortes de agua. Hay momentos que son cruciales para el maíz en lo que al riego se refiere, como quince días antes y después de la floración que suele producirse en Castilla y León en torno al 20 de julio; fechas en las que no le puede faltar agua. Todo apunta a que en algunas zonas de Valladolid como Tordesillas y Pollos, por ejemplo, habrá cortes en el suministro. La experta de Dekalb que las producciones mermarán mucho, para ser de aproximadamente 7.000 kilos.
Las heladas de finales de abril pillaron el maíz de Dekalb aún por debajo de la tierra, de manera que la afección fue leve y no ha sido necesario resembrar. La campaña avanza, por este motivo, con dos semanas de retraso. En León tampoco ha habido resiembras, tal como señala el técnico de LESA Luis de Juan. Lo helado sigue adelante. En León habrá menos tierra cultivada que lo habitual, a criterio de Grupo AN.
A pesar de todo, el maíz sembrado va bien hasta ahora, pero la falta agua para regar complicará mucho el buen fin del cultivo. Los zamoranos, como en otros lugares, han optado por sustituir parte del maíz por girasol, que es más tolerante con las demoras en los riegos. “El maíz se para con el estrés por falta de agua”, como señala el técnico de Cobadu José Crespo
