La evolución de las leguminosas se ha visto afectada por los altos calores de principios de junio. Zonas productoras de Salamanca, Zamora, Ávila y el sur de Valladolid no tienen excesivos problemas y tienen mejor panorama que el año pasado.
Algunas lentejas se habían puesto a secar al sol tras la cosecha y les ha sorprendido la lluvia, con lo que se han puesto negras y han perdido gran parte de su valor. Así ha sucedido especialmente en Salamanca, donde las tormentas se han cebado especialmente con el cultivo.
Muchas de las plantas que no se habían segado han quedado aplastadas, mientras que la mayoría de las segadas han quedado negras y apenas servirán para semilla.
Como en el caso de las lentejas, muchas vezas han sido sorprendidas por la lluvia mientras se estaban oreando, y se han estropeado. De hecho, se ha dado parte a Agroseguro por 1.100 hectáreas de forraje, con incidencias por toda la comunidad autónoma.
