En todos los países de NEPG (Productores de Patatas del Norte de Europa) las existencias actuales de patata de consumo son significativamente más bajas que el año pasado, y que el promedio de los últimos cinco años. La cosecha de 2018 en los ‘cinco grandes’ fue 17.8% más bajo que en la campaña anterior. Durante la primera parte de la temporada de almacenamiento ha habido, además, muchos problemas de calidad y conservación relacionados con el rebrote en variedades sensibles.
El stock es generalmente de buena calidad, aunque algunos problemas (podredumbre seca o húmeda y germinación) vuelven a aparecer.
El período de siembra será crucial
NEPG espera que el alto nivel actual de precios se mantenga durante todo el invierno y la primavera. Sin embargo, el inicio de las plantaciones podría cambiar la atmósfera del mercado en abril. Si las plantaciones en el noroeste de Europa son tardías, la situación del mercado podría cambiar, ya que los productores deberían suministrar a la industria de procesamiento durante más tiempo del que las bajas existencias podrían permitir.
Una primavera muy temprana, por otro lado, podría poner bajo presión el alto nivel de precios. Actualmente 300 euros por tonelada parece ser el precio mínimo que se cobra en el mercado libre continental.
NEPG señala que, en los los cuatro países más patateros de Europa, faltan tubérculos de siembra. Sin un contrato firmado puede ser muy difícil obtener semilla para un productor individual.
En algunos países, como Francia, los envíos (sur y este de Europa) son dinámicos a pesar de que es más difícil exportar al exterior debido a los altos precios. El verano de 2018 fue particularmente seco y caluroso, y muchos productores (excepto en Bélgica, donde hay poco
riego) tuvieron que regar sus cultivos. Han sido tres años seguidos en los que las reservas y el nivel de agua subterránea en todos los países NEPG está por debajo del promedio de diez años.
Precios de contrato
En todos los países los precios de los contratos han aumentado, en la mayoría de los casos, entre el 10 y el 30% (según el comprador, la variedad, el punto de venta, el plazo de entrega, etc.) pero los costos de producción también han aumentado. Pero no solo el precio de las plántulas es mucho más alto, sino que también los costos de energía, fertilizantes y los productos fitosanitarios también son más altos que el año pasado según significan en NEPG.
