El retraso en las siembras de patata es importante y han vuelto a retomarse, pero con la mesura debida ante un cultivo que exige ser exquisito con el grado de humedad.
El presidente de la Cooperativa Cocetra, Armando Caballero, apunta que la patata que se plantó antes de las lluvias tiene malas perspectivas, porque tanta agua no puede irle bien, mientras Juanjo Santamaría, de Agrico, apunta que “Hay preocupación en el sector por las condiciones en las que se siembra, “consecuencia de las prisas, que son comprensibles”. También preocupa el estado de una patata de siembra que se compró hace ya mucho tiempo y que puede ver mermadas sus condiciones.
Advierte Santamaría de que la patata no es como otros cultivos, en los que se puede ajustar el ciclo en función de la fecha de siembra. “Aquí las decisiones varietales no se toman a la ligera, sobre todo porque en muchas ocasiones ya están pactadas con el operador”, apunta. Y porque la diferencia entre variedades tempranas y tardías “no está en la fecha de siembra, sino en el arranque”.
Por su parte Enrique Sanz, gerente de la cooperativa La Carpeña, señala que la siembra se va haciendo de forma escalonada, preparando el terreno con tiempo suficiente. “La gente es profesional y no siembra a lo loco”. En su opinión “estamos a tiempo para sembrar todos los ciclos. Con unos 20 días de retraso, claro, pero igual que el año pasado por las heladas”.
