Los NEPG (Productores de Patata del Noroeste de Europa) han hecho una nueva estimación de cosecha para consumo de patata en los cinco principales países del noroeste. Si se arranca todo el cultivo supondrá la recolección de alrededor de 26,9 millones de toneladas. Esto es 10% más que la temporada pasada y un 1,8% por encima del promedio del último quinquenio. 2014 y 2017 trajeron cosechas mucho más grandes.
Esta temporada, el incremento de las siembras ha estado motivada por el aumento del área de consumo con un 9% más respecto al promedio de cinco años. Este año, los rendimientos promedio generales se estiman en 43,9 toneladas por hectárea, un 6.8% por debajo del promedio del quinquenio, aunque alrededor de 3 por encima que el año pasado. Para Gran Bretaña, donde la cosecha siempre es posterior, todavía no hay estimaciones disponibles.
El arranque de este año está siendo más tardío de lo habitual. Durante septiembre todos los sistemas de riego disponibles estaban funcionando, ya que había demasiada sequía, y en octubre estaba demasiado húmedo para cosechar.
Especialmente en Bélgica y Holanda todavía casi el 60% ha tenido que ser cosechado el fin de semana pasado. En varios días podrán reiniciar la recolección y, en circunstancias normales, la patata irá a las tiendas de forma segura para los productores.
La calidad es buena, aunque se necesita más atención y monitoreo durante la temporada de almacenamiento. El tubérculo llegó al mercado con humedad. Ha habido algunas pudriciones (bacterias y hongos) y se necesita buena ventilación y secado. La exportación a Polonia y otros países del sudeste y sur de Europa ha sido continua, según explican desde NEPG.
