Otros años las primeras parcelas en ser cosechadas son las que se encuentran peor, en suelos más difíciles, pero este año muchos se han adelantado, bien pensando en aprovechar los buenos precios, bien para salvarse del granizo, destaca José Antonio Marcos, de Campal.
Sin salir de la provincia de Salamanca, Rubén Bueno, agricultor de la Tierra de Peñaranda, señala que en su zona se dejó de cosechar la cebada por culpa de la lluvia. Tiene “buena pinta” en la zona, aunque es posible que fallen los pesos específicos por culpa de los calores de mayo.
Por el contrario, el trigo tiene “menos planta” por culpa del frío del invierno. Estaba granando de forma adecuada, pero también ha perdido kilos por las altas temperaturas alcanzadas en primavera. Es posible que sus rendimientos estén por encima de la media de los últimos años. El centeno pinta bien. “Ha llegado la lluvia antes de granar”, apunta.
