Diego Hernández, de Villarmentero de Esgueva, se muestra optimista ante la situación de los cultivos y ante los precios que previsiblemente se ofrecerán cuando llegue la cosecha.
“Es posible que 2021 sea mejor año para el agricultor que 2020, gracias a esos precios situados en la parte alta”, señala. Ya le han ofrecido pagarle la cebada a cerca de 200 euros la tonelada de cebada y la colza en torno a 500.
Por su parte José Antonio Marcos, de Campal, destaca que las lluvias apenas han dejado trabajar a las máquinas en Salamanca y que hay muy poco cosechado. La previsión es que se registren grandes diferencias entre parcelas, en función de cómo les tocaran las lluvias de abril o las tormentas de junio.
En función de eso se pueden prever rendimientos de 3.500 y de 5.000 kilos, pero con carácter general se puede hablar de un 20% menos que en la campaña pasada.
