La campaña de riego se presenta ahora con mucha más normalidad que hace solo dos meses, cuando los embalses aún estaban demasiado bajos
La CHD impulsa el uso eficiente del agua y que los regantes por sondeos propios se agrupen en comunidades de usuarios
Cada día que pasa es más seguro que esta campaña de riego no será tan mala como la del año pasado. La Confederación Hidrográfica del Duero, con su presidente, Juan Ignacio Diego, a la cabeza así lo manifiesta. Quedan por resolver los expedientes sancionadores y la constitución de comunidades de usuarios de las aguas subterráneas.
-¿Cómo será la campaña?
-La cuenca está al 89,8% de la capacidad de embalse. Todos los sistemas están, salvo el Pisuerga, por encima de la media de referencia de los últimos diez años. La campaña de riego se presenta bien. Va a haber un regadío prácticamente normal, con la incertidumbre del Pisuerga. Está previsto darle una segunda vuelta en cuanto a la dotación al Carrión. Vemos una campaña muy normal en general.
-¿Cómo ha respondido la gente?
-Bien, muy bien. Ha funcionado bien porque ha sido un esquema de colaboración para que se limiten los consumos y aprovechar al máximo el agua disponible.
-¿Faltaba comunicación entre la Confederación y los regantes?
-Estamos obligados a ella. Si no hay colaboración de todos no es posible superar una situación de sequía, ya que nos veríamos obligados a hacer una gestión a partir de expedientes sancionadores que no es eficaz ni deseable.
-¿Qué hemos aprendido?
-Que las sequías pueden ser muy serias. No es un juego. Tenemos que conseguir aprovechar el agua al máximo. Eso quiere decir disminuir en todo lo que podamos las dotaciones porque con menos dotación se pueden conseguir mejores cosechas. Echar agua de más puede conducir exclusivamente a que la próxima campaña estemos en una situación más débil.
“La campaña de riego se presenta bien. Va a haber un regadío prácticamente normal, con la incertidumbre del Pisuerga”
-¿Qué han hecho para que se valore la eficiencia?
-Se han tomado medidas de todo tipo. Hemos hablado mucho y en diferentes foros. Las líneas de trabajo que estamos llevando a cabo ahora mismo son muy adecuadas. Por ejemplo, la Junta está trabajando en la modernización de regadíos, a la que se están apuntando muchos regantes.
-¿Y cuando no quieren la modernización?
-Seguir insistiendo con los que sí quieren y continuar creando esa conciencia. Seguramente que en poco tiempo creerán en ella. Así está sucediendo. Se está yendo por donde se debe: vigilancia, buscar soluciones de más eficiencia, modernización y en coordinar una serie de políticas.
-¿Se prevé ampliar algunas dotaciones?
-La única incertidumbre que nos queda es la del sistema Pisuerga-Bajo Duero. Se acordó celebrar otra reunión a primeros de mayo por si había margen y revisar las dotaciones. Se fijaron 3.000 metros cúbicos, pero probablemente se llegue a la normalidad.
“Donde no hay aportaciones lo sensato es no crear demandas. Deberíamos de estudiar nuevas posibilidades de regulación”
-¿Cuál es el remedio para Pisuerga y Carrión?
-Viene de la mano de la planificación en la que estamos trabajando. Carrión es un sistema con un déficit estructural que hay que resolver. Se hizo el trasvase Cea-Carrión y trabajamos para sacar adelante las regulaciones laterales. Lo completa la modernización e ir a consumos moderados.
Es lo que hay que hacer también en Pisuerga. La distancia entre el embalse de Aguilar hasta los regantes del bajo Duero es muy grande. Pueden tener sistemas modernizados, pero entre que se suelta y se dispone de ello… Hay que avanzar en balsas intermedias para ser eficaz la gestión.
-¿Qué soluciones tiene la cuenca del Duero?
-Las necesidades de agua dependen también de las demandas, que están bajando. Ahora vamos a elaborar un inventario de recursos para hacer la próxima planificación. La regulación puede resultar insuficiente. El problema es que las que llamamos plurianuales son muy complicadas de sacar adelante. No solo es crear embalses, es también un equilibrio entre aportaciones y demandas: donde no hay aportaciones lo sensato es no crear demandas. Deberíamos de estudiar nuevas posibilidades de regulación.
-¿Se prevé alguna inversión en la cuenca?
-Dentro del Plan Hidrológico tenemos dos balsas laterales en el Órbigo, sistema que es bastante escaso en recursos; dos balsas laterales en el Carrión y estamos trabajando en el anteproyecto de Lastras de Cuéllar.
También con el proyecto de Ciguiñuela, que es un río lateral del Eresma, muy cerca de Segovia.
Tenemos en cartera proyectos importantes y debemos de seguir buscando. La planificación tiene que ser constante.
-El problema es ejecutar las obras.
-Todas las obras tienen un ciclo largo. Con Castrovido llevamos ya al menos nueve años. No es una presa de regadío; su primer destino es la laminación. Estamos próximos a terminarlo y a final de año comenzaremos a aprovecharnos de las ventajas de tener esta inversión. Regará 6.000 hectáreas en Burgos y Palencia y aportará agua al Pisuerga.
-¿La Armuña?
-Estamos haciendo los deberes. Desde el Tormes se regarán en total 30.000 hectáreas.
-Hay sanciones en Tordesillas y Geria- Simancas.
-Se han revisado y está pendiente el proceso de resolución, que ya depende del Ministerio de Agricultura. No puedo decir lo que tardarán.
“Las sanciones de Tordesillas y Geria-Simancas están pendientes del proceso de resolución, que depende del Ministerio de Agricultura”
-Son importantes.
– Todas las sanciones son importantes. Igual no son muchas hectáreas pero son cuantiosas. Se ajusta a la tipología del daño al dominio público.
-¿Cómo están las aguas subterráneas?
-Las alarmas se encienden porque los pozos, incluidos los ‘sietemiles’ estaban cerrados. Las demandas fueron importantes y quisimos abrir esa posibilidad para los pequeños consumos. La contrapartida ha sido aumentar mucho la vigilancia porque por ahí se podían colar nuevos regadíos, abusos… que van en perjuicio de todos. El problema de fondo es que los acuíferos están muy explotados. Esa es la razón por la que en 2016 tenemos que vigilar.
-¿Cómo es ese control?
-Las nuevas instalaciones se están poniendo todas con contador. Y con vigilancia por satélite. Para abarcar un espacio tan amplio como los acuíferos solo se puede con medios de vigilancia masiva, para llevar al guarda donde supuestamente se cometa una infracción.
-¿La creación de una comunidad de usuarios es la solución?
-Creo que es la más razonable. La experiencia que tenemos con las comunidades de aguas superficiales anima a organizar los riegos de aguas subterráneas. Anima porque es cuando el propio regante es capaz de autorregularse, y hay que llegar a una situación de estabilidad del acuífero.
“Abarcar un espacio tan amplio como los acuíferos solo se puede con medios de vigilancia masiva”
– ¿Qué le dice al que duda si integrarse en una CUA?
– Le diría que solo no se va a ningún sitio. Incluso la capacidad de presentar sus demandas ante las administraciones públicas también depende de esa integración. Hay muchos temas que tenemos que analizar de forma conjunta. Eso solo se hace a través de la organización.
-¿En qué situación están los acuíferos?
-En los antiguos Arenales es de escasez y no parece que se vaya a corregir a corto plazo. Hay también contaminación difusa muy ligada a la bajada de niveles. Tenemos que resolver el problema.
-¿Puede estar tranquilo el regante de aguas subterráneas esta campaña?
-Estará absolutamente tranquilo si está legalizado y todo lo tiene en orden. Un señor en proceso de regularización avanzado, y que por culpa de la Confederación no consigue ponerlo todo en orden porque lleva una tramitación complicada… Las demoras hay que tenerlas en cuenta y no tengo especial interés en ir a sancionar a alguien así. Claro, quizá sí al que está en un proceso de regularización de mentira.
-¿Y lo que dura el trámite?
-Hay quien está utilizando tiempo de más. Hay quien ha registrado un papel diciendo que se quiere constituir en comunidad de regantes, pero pasados unos cuantos meses ni ha dado ni un solo paso. Este señor no está cumpliendo y no puede estar tranquilo.
-Hay sancionados que están yendo a los juzgados
-Desde algunos ámbitos se está diciendo que los juzgados sistemáticamente atienden esa petición, pero no es así. Algunas reclamaciones son atendidas y hay muchas que no; probablemente más. Hay fallos en ambos sentidos. Y creo que tendremos que seguir así. Ya sé que es un procedimiento incómodo, pero está diseñado así porque es excepcional.
-¿Se ha planteado la Confederación abrir otro plazo para la inscripción?
-No es un problema de la Confederación, lo es del Gobierno. Y no sé si se lo ha planteado.
