Las lluvias han caído, de manera intermitente, desde mediados del mes pasado para dar por concluida la sequía que acumulaba el campo en Castilla y León. Así, según los datos de las estaciones meteorológicas de Aemet, ha precipitado más de 80 litros: 84,2 en Avila, 119,4 en Burgos, 92 en León, 88 en Palencia /Carrión de los Condes, 78,2 en Salamanca, 101,6 en Segovia, 81,6 en Soria, 85,2 en Valladolid y 89,2 litros en Zamora.
Las siembras de cereal se han visto beneficiadas por el agua, aunque en algunas zonas el agricultor se ha visto obligado a parar la actividad a ratos. Javier Rodríguez, técnico de Cultivos de Grupo AN, apunta que en Salamanca, Zamora y el sur leonés ya está prácticamente finalizada la sementera que tocaba ahora. Lo mismo sucede en Tierra de Campos.
Más retrasada está en Burgos y Soria. En la Ribera del Duero, los trabajos de vendimia han supuesto que haya habido demasiada agua cuando el agricultor se ha puesto a sembrar después de recoger la uva. En algunas zonas falta por recoger girasol. En León está cosechado cerca del 40% del maíz, aunque es posible que ahora haya que poner cadenas para seguir la labor.
Han podido nacer bien las primeras siembras de octubre por las buenas temperaturas. El experto de Grupo AN señala que a quien haya puesto el cereal antes de que la parcela hubiera purgado le toca vigilar las malas hierbas. “Cuanto más tarde en el control resulta después más difícil y caro eliminarla”, justifica Rodríguez.
Los embalses se recuperan
El regante también comienza a ver la luz. Los embalses del Duero, que finalizaron la campaña de regadío con muy pocas reservas han comenzado la recarga. Ahora están al 39,9%, un valor porcentual similar a la media de los últimos diez años. El año pasado por estas fechas estaban a un 54,8%.
Santa Teresa (Salamanca) y Las Cogotas (Ávila) y el sistema Pisuerga necesitan más agua todavía para equipararse a los valores del decenio. Barrios de Luna, Riaño y Porma van mejor.
