Alfonso Palomo. Director comercial de O. Palomo
Hace días que se ha acabado ya de cosechar en Castilla y León, con las previsiones más optimistas convertidas en absoluta realidad. En el ámbito nacional baja algo el consumo debido a la incidencia del coronavirus. El descenso de la demanda de alimentación también lleva implícito que la necesidad de pienso va hacia abajo. Podemos observar ciertos repuntes de precios de cereal en las lonjas amparados por los mercados internacionales sin que se haya producido un incremento en la demanda.
El crecimiento chino va en sentido contrario a la recesión europea. Ahora son los compradores mundiales por excelencia. Son casi los únicos compradores. Incluso los rusos han sacado mercancía hacia este país asiático, mientras que el resto de Europa apenas ha podido exportar estos meses. Así, la mala cosecha del viejo continente terminará por convertirse en buena al permanecer intacta en los almacenes. En España, las provincias cerealistas del centro abastecerán a las del litoral debido a que tendrán a mercancía más competitiva en cuanto precios.
Estamos a la expectativa de que en aproximadamente en un mes cosechen en Australia. Una siega con unos rendimientos que se prevén de récord de trigo y que desplazará a los rusos de la posición que han ocupado en el mercado durante los últimos meses. Todo apunta a que el valor del trigo cederá en los próximo meses. En las últimas fechas se ha producido una subida especulativa más amparada por las acciones de los fondos de inversión que por la realidad. La soja ha subido gracias a la compra china también, que abarca toda la demanda.
Como venimos insistiendo, la mejor manera de obtener buen precio es que el agricultor haga ventas fraccionadas en el tiempo. Así obtendrá la mejor renta media. A pesar de ciertos repuntes, a corto y medio plazo veremos ceder los mercados. Con la cosecha de maíz, la llegada del mismo cereal a puerto, lo atractivo que es el dólar y la relajación de mercados también aflojará los precios.
