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jueves, marzo 28, 2024
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El cultivo más tecnificado apunta a la diana de una mayor eficiencia

La remolacha es un cultivo emblemático de Castilla y León y, por muchas que sean las dificultades, seguirá siendo una pieza fundamental en sus explotaciones de regadío. Queda mucho recorrido para aumentar la eficiencia en el cultivo o, lo que es lo mismo, para mejorar su rentabilidad. Pero para ello no puede descender el consumo, de modo que el sector reclama a los poderes públicos un trabajo consensuado, gradual, que no pierda de vista las bondades de una alimentación variada y equilibrada.

Para Ana García Zamarreño, gerente de Agroteo, las ventajas agronómicas de la remolacha derivan de su condición como ‘cultivo en rotación’. “En la misma parcela solo se siembra remolacha uno de cada cuatro años, de modo que rota con cultivos de propiedades diferentes, lo que favorece el aprovechamiento de nutrientes y la conservación del suelo”, recuerda, y destaca que la raíz también favorece la reducción del uso de fitosanitarios en el cultivo siguiente.

Pero también es muy importante su condición de ‘cultivo sostenible’: se trata de un cultivo altamente tecnificado que ha propiciado buena parte de los avances técnicos en los últimos años, desde los avances en la semilla, hasta la eficiencia energética en el riego. Coincide con ella la directora de Aimcra, Elba Rosique, para quien el cultivo de la remolacha “explota horizontes más profundos que otros cultivos” al aprovechar mejor los nutrientes, al mismo tiempo que mejora el contenido de materia orgánica con el enterrado de restos de cultivo. Para Rosique, el aporte de nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio en suelo está en torno al 65%. De este modo, “solo los cuatro elementos principales utilizados en el cultivo suponen más de 280 euros: dentro de la rotación, la remolacha es con diferencia el cultivo que más elementos genera”.

Capítulo aparte merecen los retos que tiene ante sí el cultivo. Son asignaturas pendientes en materia sanitaria, pero de tal magnitud que interfieren en el objetivo de la rentabilidad.

Lo dice Isidoro Domínguez, agricultor de Morales de Campos (Valladolid), para quien, “con la prohibición de varias materias activas y las resistencias del cultivo, resulta muy difícil llegar al final del ciclo controlando las enfermedades foliares”, lo que provoca la mayor pérdida de producción. Por ello “necesitamos seguir potenciando la investigación, pero también analizando las diferentes formas de aplicación de fungicidas, como los tratamientos aéreos con drones”. En esa dirección “tenemos una herramienta muy valiosa que es Aimcra, y debemos seguir potenciándola”.

Por alusiones, apunta la directora de esa entidad que el cultivo de remolacha está en constante adaptación a los cambios que sufre el sector y a la modernización de la agricultura. “El sector remolachero-azucarero está a la cabeza de la innovación y, por este motivo, tiene como reto desarrollar nuevas técnicas agronómicas para mejorar las explotaciones”.

Los retos que configuran ese nuevo horizonte son muchos, pero Rosique destaca el capítulo fitosanitario, con el necesario ajuste de herbicidas, insecticidas y fungicidas en consonancia con las nuevas demandas sociales.

Aquí García Zamarreño subraya el papel de las empresas obtentoras de semillas, “que deben buscar variedades que incorporen tolerancia y resistencia a enfermedades y patógenos”, como se está haciendo en el caso de la cercospora y mediante variedades resistentes a herbicidas ALS.

Castilla y León tiene los mayores rendimientos del Viejo Continente, pero con una práctica que marca la diferencia respecto a otros países: el regadío, que supone entre el 15% y el 40% del coste. Para Elba Rosique el futuro del sector azucarero en España “depende en gran medida de nuestra capacidad para cambiar el modelo energético del regadío”. Por eso Aimcra asesora a los agricultores de Azucarera en eficiencia energética, hídrica y riego solar.

La fertilización racional es otro de los aspectos en los que más se ha avanzado. Aimcra contribuye con la realización de análisis de suelo y recomendaciones de abonado “que da sus frutos, puesto que se ha conseguido reducir un 20% los aportes globales de N-P-K por unidad de superficie”, apunta la directora de la entidad. Sin embargo, todavía es posible disminuir en mayor medida el uso de fertilizantes. La revisión por parte de Aimcra de los criterios de recomendación de abonado fosfórico y potásico ha abierto el camino para una nueva reducción de hasta el 25%, sin afectar a la producción.

¿Es rentable el cultivo?

Isidoro Domínguez lo tiene claro y destaca que la principal razón para mantener el cultivo es la rentabilidad. “En mi explotación la remolacha sigue siendo uno de los cultivos más rentables, siempre consiguiendo producciones un poquito por encima de la media gracias a la tecnificación que hemos alcanzado y porque somos conocedores del cultivo”, apunta.

De hecho, anima a sus conocidos a que apuesten por el cultivo, que es rentable gracias a la ayuda agroambiental del PDR, “y siempre que hagamos las cosas con responsabilidad”. En ese sentido, “aconsejaría un buen asesoramiento técnico y económico, porque por su elevado coste de producción no podemos cometer errores; tenemos que hacerlo más sencillo y procurar que todo esté sincronizado desde la siembra hasta la recepción en fábrica”, advierte.

García Zamarreño apunta aquí que para Azucarera, Agroteo y Aimcra “el agricultor que entrega la remolacha en Azucarera es muchísimo más que un proveedor de materia prima: es el verdadero productor de azúcar”. Por eso, cada uno de ellos, desde que decide sembrar, tiene asignado su propio técnico experto en remolacha, encargado de acompañar al agricultor en todas las fases del cultivo y poniendo a su disposición todos los servicios y ventajas adicionales de Agroteo y Aimcra. Empezando por el modelo de contrato que mejor se adapte a su explotación y pasando por la elección de semilla y la estrategia de abonado hasta la cosecha.

Siembras 2021

Para las siembras de esta primavera, la directora de Aimcra no deja pasar la oportunidad de recordar que ya está en marcha en marcha el servicio de análisis de suelo y recomendación que la entidad realiza a sus socios remolacheros de Azucarera. “Es importante tener la recomendación de fertilización con tiempo para poder planificar una correcta fertilización de fondo, así como encargar el abono”, apunta. También subraya la importancia de realizar una buena preparación del suelo, así como de realizar una siembra temprana, “dando la oportunidad de que el ciclo del cultivo sea más amplio y por tanto se obtenga una buena producción”.

El azúcar en el canal alimentación

Como sucede siempre en el sector agroindustrial, todo análisis de la rentabilidad del cultivo invita a echar una mirada sobre la parte final de la cadena. Sobre aquellos agentes encargados de poner el producto final en manos del consumidor.

Aurelio del Pino es presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), que representa a los supermercados de Auchan Retail, Grupo Carrefour, Grupo Eroski, Lidl y SuperCor.

El azúcar es uno de los productos que conforman la cesta básica de los hogares españoles y, en un sector tan competitivo como el de la distribución comercial organizada, en el que se vende más del 90% del azúcar destinado al consumo doméstico, “cada una de las empresas trata de adaptar la oferta a la filosofía de su propio modelo comercial en materia de surtido, presentaciones, precios…”.

“Nuestros asociados siempre tratan de mejorar la percepción del valor de los productos, y la producción nacional agroalimentaria en su conjunto. Desde este punto de vista, nuestra asociación se adhirió al manifiesto en defensa del sector remolachero que se promovió en Castilla y León el pasado mes de noviembr”, recuerda Del Pino.

De acuerdo con los últimos datos del Panel de Consumo Alimentario, el consumo de azúcar en los hogares se mantenía estable, aunque en ligero descenso en los últimos años, que se saldaba en 2019 con un consumo de 3,10 kg por habitante y año. Esta tendencia se ha modificado notablemente como consecuencia de la pandemia, llevando el consumo por habitante a 3,6 kilos por habitante.

Para él, el consumidor está cada vez informado y quiere saber qué compra y cuáles son las claves para mantener una dieta equilibrada y sostenible. De hecho, la salud cada día es más valorada y apoyada también desde la industria con productos reformulados o ampliaciones de gama.

Ante las medidas adoptadas por Gobierno que apuntan hacia el azúcar como responsable de los problemas de sobrepeso, “en ACES entendemos que la vía de actuación más adecuada es la del consenso y la adaptación paulatina a la realidad del mercado”. De hecho, “creemos que hay objetivos de interés público a los que tenemos que contribuir, pero la mejor herramienta no es la normativa ni los tributos, sino dejar un margen de adaptación a cada una de las empresas para que se autorregulen”.

Con esta filosofía, suscribimos en febrero de 2019, con el Ministerio de Sanidad, un compromiso para la mejora de la composición de las principales familias de productos a través de la reformulación de los ingredientes para reducir los niveles de azúcar, sodio y grasas saturadas.

De la misma opinión es Rubén Moreno, secretario general de la Asociación Española del Dulce, Produlce, formada por 70 empresas que abarcan desde caramelos y chocolate hasta galletas, pastelería y panificación.

Numerosos estudios han demostrado que la ‘fiscalidad saludable’ es meramente recaudatoria. “Creemos que si el objetivo es conseguir que la mayor parte de la población tenga una dieta equilibrada, el camino que funciona es la educación y la información”. “En la situación económica actual cualquier aumento de la presión fiscal sobre el sector de alimentación y bebidas tendría graves efectos económicos y sociales, sin lograr los efectos supuestamente buscados en la salud del consumidor”, recalca. Desde Produlce consideran que campañas como la del Ministerio de Consumo “son, en cierta manera, irresponsables, ya que someten a un juicio público a una industria que ha demostrado su compromiso con el consumidor”. Eso sí, “compartimos la preocupación por la prevalencia de la obesidad en la población entendiéndola, como la propia Administración, como un problema en el que interaccionan factores genéticos y ambientales. Por eso, “atacar a un producto de forma individual supone generar confusión y una alarma infundada en el consumidor”.

El debate está planteado y seguirá escribiendo numerosas páginas en el futuro de la remolacha como cultivo y del azúcar como producto final.

“La remolacha ha propiciado buena parte de los avances técnicos de los últimos años”

ANA GARCÍA ZAMARREÑO | Gerente de Agroteo

“La salud es cada día más valorada, y también más apoyada por la industria”

AURELIO DEL PINO | Presidente de ACES

“Hemos reducido en un 20% los aportes de N-P-K por unidad de superficie”

ELBA ROSIQUE | Directora de Aimcra

“La ‘fiscalidad saludable’ es recaudatoria”

RUBÉN MORENO | Secretario general Produlce

“Conocemos bien el cultivo”

ISIDORO DOMÍNGUEZ | Agricultor de Morales de Campos (Valladolid)

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