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viernes, marzo 29, 2024
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El riego, hasta el 40% del coste total

La cooperativa ACOR ha ensayado los distintos sistemas de regadío en remolacha para conocer qué supone cada combinación en los gastos totales que requiere el
cultivo. La eficiencia del suministro de agua es determinante en la producción final

La rentabilidad de la remolacha está estrechamente vinculada a los costes y a la eficacia del riego. El suministro de agua a la raíz supone uno de los desembolsos económicos más importantes del cultivo, pudiendo variar desde un 20% hasta un 40% de los costes totales (en función del sistema de riego empleado y el origen de la energía y el agua), según los datos que maneja el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR.

“El riego en el cultivo de remolacha es un factor fundamental para obtener buenas producciones ya que las precipitaciones nunca son suficientes para cubrir las necesidades del cultivo”, advierten.

La cobertura, con el agua -subterránea o de superficie- impulsada mediante cualquier energía acarrea mayores costes porcentuales que el pívot. Es este último sistema, con grupo electrógeno para regar desde canal, el que resulta más económico en el estudio de ACOR; el riego representa el 21% del desembolso total para sacar adelante el cultivo.

En las últimas décadas, la forma de regar la remolacha, al igual que ha ocurrido en otras siembras, ha evolucionado notablemente. Esta evolución ha ido orientada desde el punto de vista de ahorro de agua, en busca de ahorro económico y evitar el derroche de un bien escaso. Y de un aporte mucho más técnico y eficiente en función del estado del cultivo y sus necesidades, climatología y tipo de suelo.

Habitualmente el aporte de agua se realizaba sin tener presentes muchos aspectos técnicos que hoy en día se tienen muy en cuenta, aplicando esos riegos en función de la experiencia previa del agricultor, capacidad de retención del suelo o aspecto visual de la planta. “De esta manera se corría el riesgo de perder parte del agua aplicada por escorrentías o percolación, o de hacerlos en momentos inadecuados produciendo estrés al cultivo”, indican desde Servicio Agronómico y de Cultivos.

En la actualidad, existen numerosas herramientas para asesorar al cultivador a la hora de aplicar riegos eficientes: servicios técnicos de cooperativas, organismos públicos, previsiones de lluvia, y otros. Como recomendación general, se trata de adecuar el aporte de agua en función de la textura del suelo, climatología y el estado de desarrollo del cultivo.


Ayuda técnica

De manera más técnica, existen servicios de asesoramiento como Inforiego (de la Junta de Castilla y León), que a partir de los datos recogidos en las numerosas estaciones meteorológicas repartidas por todas las zonas regables suministran información sobre las necesidades del cultivo semanalmente. Siempre teniendo en cuenta:
– Cultivo. En este caso remolacha, indicando la fecha de siembra.
– Coeficiente del cultivo (Kc). Factor normalmente tabulado y distinto para cada estado de desarrollo del cultivo, desde la siembra hasta la recolección, que describe las variaciones de la cantidad de agua que las plantas extraen del suelo.
– Evapotranspiración del cultivo (ET0). Transpiración del cultivo medido en milímetros por día.
– Eficiencia del riego. Porcentaje de aprovechamiento del agua utilizada para regar, en función del sistema de riego empleado.
– Información meteorológica de la estación más cercana a la parcela.
Con esta información el sistema calcula la recomendación de riego más adecuada y se la hace llegar al agricultor de inmediato.

Una explotación de 25 hectáreas con sistemas diversos y sus amortizaciones

Para calcular los costes del riego la cooperativa dispone de una práctica herramienta de cálculo que tienen en cuenta todos los aspectos de la explotación: la rotación de cultivos (con su respectiva dotación de agua, superficie en la explotación, época de riego), el sistema de riego y equipo de bombeo (valor inicial, amortización incluida en el coste, potencias, caudales, mano de obra, mantenimientos, consumos), origen del agua (altura manométrica de los pozos, coste de comunidad de regantes y amortizaciones), eficacias del riego, intereses, y otros.

Para el supuesto de cálculo de coste de riego ACOR ha tomado como referencia una explotación media de 25 hectáreas, dividida en cinco hojas de cultivo de cinco hectáreas cada una (remolacha, girasol, patata, colza y trigo) y para la mayoría de los sistemas de riego. Los datos son: coste del gasóleo de 0,60 euros por litro; coste de energía eléctrica de 0,14 euros por kilovatio a la hora, caudal bombeado por los equipos de 90 metros cúbicos por hora. Las dotaciones de riego son: 7.500 metros cúbicos en remolacha, 3.000 en girasol, 8.000 en patata. 2.000 en colza y 3.000 en trigo.

Según el agua

Las características según el origen del agua son:
– Perforación. Extracción de agua de pozos subterráneos mediante una electrobomba sumergible o bomba vertical sumergida, a una profundidad determinada. Para este estudio se toman como altura manométrica 130 metros de columna de agua para el pívot y 150 metros para cobertura.
– Canal o río. Toma de agua superficial con electrobomba o motobomba horizontal. Se utilizan como datos de altura manométrica 40 metros de columna de agua para pívot y 60 metros para cobertura. El coste de la comunidad de regantes de 120 euros por hectárea.
– A la demanda. Toma de agua de hidrantes a presión. No se requiere equipo de bombeo. Conlleva un coste de comunidad de regantes (amortización y mantenimiento) de 450 euros por hectárea.

Por la energía

– La energía es necesaria, junto con el equipo de bombeo, para la extracción del agua en las fincas donde el origen del agua sea de perforaciones, canal o río.

– Electricidad. Consumo eléctrico mayoritario en horario de bajo coste, calculado en función de los periodos de riego de cada cultivo. Utiliza electrobomba sumergida u horizontal (según la procedencia del agua).

– Gasóleo. Motor diésel con un cabezal de engranes y una bomba vertical sumergida (para riego de perforación) o motobomba diésel (para riego con agua superficial).

– Grupo electrógeno diésel. Con electrobomba sumergida u horizontal (según la procedencia del agua).

Las potencias de las bombas, motor diésel y grupo electrógeno, serán adecuadas a las necesidades marcadas por la altura manométrica y el caudal.

El estudio de ACOR incluye la amortización de los equipos de bombeo, calculada a 20 años con un valor residual del 25%. También tiene en cuenta el mantenimiento de un 3% del valor para las bombas, un 5% para el grupo electrógeno, motor diésel y cabezal y un 2% para el resto de elementos del equipo de bombeo e impulsión.

El sistema

El sistema de riego utilizado también es relevante.
– Pívot. Circular de cinco torres, con desplazamiento mediante generador.
– Perforación. Total de doce por quince metros.

El análisis tiene en cuenta la amortización de los equipos de riego (calculada a 20 años con un valor residual del 25%), el coste de montar y desmontar la cobertura total, el del personal encargado del riego con un vehículo, y el mantenimiento del 2% del valor para cobertura y de un 1% para pívot.

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