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viernes, marzo 29, 2024
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La remolacha apunta buena producción aunque hay algunas afecciones por cercospora y podredumbre

La remolacha que controla Azucarera en Castilla y León “evoluciona bien” ayudada por las temperaturas, según explica la responsable del Área Agrícola, Salomé Santos. No hay especial incidencia de enfermedades, con la excepción de algo de cercospora en zonas en las que es ya habitual esta afección característica de la raíz.

Las pruebas que Azucarera está haciendo con variedades resistentes a cercospora tienen buen aspecto, de manera que todo apunta que el productor dispondrá de un arma más la próxima campaña con la que incrementar su rentabilidad. “Se nota la diferencia respecto a las variedades convencionales”, asegura Santos. La siembra con semilla pildoreada con nicotinoides ha evitado los problemas de amarillez que sí hay en el resto de Europa.

“Los rendimientos serán superiores a los del año pasado, sobre todo en lo que se sembró pronto”, prevé Santos. A pesar de todo, hasta el próximo mes no harán pruebas en campo para disponer de datos objetivos sobre producciones.

En las parcelas de León están teniendo problemas con las variedades de remolacha tolerantes a algunos herbicidas, según explica Matias Llorente, presidente de Ucogal. Los golpes de calor obligaron a regarla de manera abundante y ahora se ven rodales con podredumbre causada por hongos. También hay ataques virulentos de cercospora en algunas zonas a pesar de que han aplicado dos o tres tratamientos.

La raíz presentaba un buen aspecto hasta hace poco, pero en estos momentos empiezan los problemas. Puede ser que haya incidido en alguna de estas afecciones que la humedad relativa haya aumentado por la noche como consecuencia de los intensos riegos del cultivo de maíz.

A juicio de ACOR, en el tercio final del ciclo, el cultivo se mantiene en líneas generales con una sanidad vegetal estable dentro de la normalidad en un año que, a priori, se esperaba complicado en cuanto a enfermedades fúngicas por las precipitaciones acumuladas durante la primavera. A diferencia de otros años, en la cooperativa han observado una mayor incidencia de alternaria (Alternaria spp.), mientras que los episodios de cercospora se han advertido con menor virulencia que en las últimas campañas, o al menos las reinfecciones se han pausado durante el mismo periodo de tiempo.

Sin embargo, en los últimos días, se está percibiendo un repunte de ataque de cercospora y rhizoctonia en alguna zona, “por lo que debemos contemplar que estos sucesos pueden aumentar y que habrá que estar vigilantes para minimizar las posibles pérdidas que pudieran provocar”, reseñan desde el servicio agronómico de ACOR.

De igual manera se empiezan a observar daños puntuales de tiña (Scrobipalpa ocellatella), aunque no reviste gravedad. En definitiva, desde la cooperativa recomiendan al agricultor que no se relaje y mantenga la atención “en aspectos por todos conocidos y que nos pueden provocar mermas en el rendimiento final, en una campaña en la que se espera obtener muy buena producción”.

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