Por tierras leonesas la remolacha tiene un desarrollo “espectacular”, según describe Matías Llorente, presidente de Ucogal. De todas formas, los calores de los últimos días sí están trayendo los primeros indicios de cercospora y oídio, así que ya han aplicado tratamientos preventivos y curativos a la remolacha.
No hay malas hierbas, pero Llorente advierte de que el mucho calor que hace y la humedad del riego están propiciado rodales de podredumbre, así que recomienda aplicar menos agua en el riego para evitar estos problemas con el cultivo.
En general, evoluciona “bastante bien y uniforme”, según explica Salomé Santos, directora del área Agrícola de Azucarera. Tienen controlados episodios puntuales de cercospora y monitorizan el cultivo para anticiparse a cualquier incidencia sanitaria que lo amenace.
“El cultivo está bastante uniforme dentro de cada zona y con algo de adelanto con respecto a otras campañas”, confirman desde ACOR. También en esta cooperativa señalan que en las últimas semanas han aparecido los primeros síntomas de cercospora, oídio y roya. Recomiendan tener controladas, desde el inicio de su aparición, estas enfermedades fúngicas. “Debemos estar vigilantes con los síntomas de hongos del suelo que pudren la raíz (rizoctonia y fusarium) ya que una primavera húmeda, como hemos tenido, propicia su aparición”, recomiendan. Además han aparecido tanto pulgón negro, como lixus y orugas defoliadoras que podrían deteriorar el buen estado de las hojas del cultivo si no se controlan.
En cuanto a las enfermedades víricas, el virus de la amarillez que trasmiten los pulgones ha hecho su aparición pero, a fecha de hoy, no hay una gran incidencia.
