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viernes, abril 26, 2024
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Ayudas a la incorporación y modernización, un impulso que tiene margen de mejora

Organizaciones agrarias y recién incorporados valoran las ayudas de la Junta, pero piden también mejoras en cómo se tramitan y consideran que suponen demasiados trámites

Las ayudas de incorporación de jóvenes agricultores al campo suponen un “pequeño empujón” para el acceso de los jóvenes que desean iniciar la actividad agraria, “que ya de por si es muy dura y tiene muchas dificultades” recalca el coordinador de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín.

Reclama la mejora de “muchos aspectos” de las convocatorias, algunos relacionados con la tramitación de las ayudas, otros con la modulación a la baja de las inversiones subvencionables, otros con los compromisos a cumplir e incluso otros con los controles después de la resolución a la hora de comprobar si efectivamente un joven que percibe las ayudas está ejerciendo la actividad o solamente figura como solicitante y perceptor de ayudas.joven-agricultor

Para Nuria Ruiz Corral, gerente Asaja Castilla y León suponen un “apoyo muy importante” para el sector agropecuario de la comunidad, tanto por el número de beneficiarios como por los fondos dedicados. Es posible que, después de la PAC, sean las medidas de política agraria más importantes para el sector, estructuralmente hablando, a juicio de Ruiz.

Respecto a si es efectivo el relevo generacional, Palacín considera que queda “mucho trabajo por realizar”, sobre teniendo en cuenta que según los datos del FEGA solo el 9,62% de los perceptores de la PAC 2019 son menores de 40 años y perciben el 15,67% del total de los importes PAC en Castilla y León. “Estas subvenciones, por supuesto, ayudan a que los jóvenes se incorporen al campo, pero aún quedan muchas cosas que mejorar para que realmente sea una actividad atractiva”, añade en referencia a que los jóvenes se enfrentan a inversiones iniciales muy elevadas y dificultades de acceso a la tierra. La gerente de Asaja considera que sin estos apoyos el relevo generacional sería aún menor.

Las ayudas van dirigidas a quien realmente se dedica o quiere dedicarse a la actividad agraria. Respecto a la modernización, desde UCCL opinan que debiera ser posible realizar inversiones para modernizar las explotaciones sin esté vinculada a un incremento de sus producciones.

Ahora el importe de una incorporación puede llegar hasta los 70.000 euros y el 65% de la inversión en modernización, “no obstante, que un joven llegue a ese importe es muy difícil”, apunta Palacín.incorporacion de jovenes

El cumplimiento estricto de los planes empresariales en los años de compromiso “encorseta mucho a las explotaciones que reciben estas ayudas”, así que, para Ruiz, pueden ver “reducida su rentabilidad o incluso volverlas inviables en casos extremos. Los trámites burocráticos y administrativos también desaniman en muchos casos”.

En UCCL ponen la pega de que estas subvenciones pueden “dificultar más que ayudar, por una excesiva burocracia y requisitos”. “Por ejemplo, ahora los agricultores que decidan realizar la solicitud deben gestionarla a través del buzón electrónico de notificaciones. En la mayoría de las ocasiones, supone una gran limitación”, reseñan.

Además, las explotaciones pequeñas, que pueden ser perfectamente viables económicamente o que se pueden complementar con alguna otra actividad, no son subvencionables por no llegar a unos mínimos en volúmenes. “Solo pensamos en redimensionar las explotaciones, y no todo lo grande tiene porque ser más rentable. Las hay pequeñas que son más viables y más solventes económicamente que otras mayores”, defiende Palacín.

En Unión de Campesinos dudan de que la continuidad de la actividad agropecuaria esté asegurada porque hay más gente jubilándose que la que se incorpora.

Algunas de las condiciones

  • Para acceder a estas ayudas el un joven que desea acogerse a ellas no puede estar dado de alta como autónomo en los dos años anteriores a la solicitud.
  • Debe comprometerse a ejercer la actividad agraria durante un número determinado de años, a adquirir la capacitación agraria necesaria y mantener un volumen mínimo de explotación.
  • El solicitante de estas convocatorias no puede tener más de 40 años.
  • Debe instalarse por primera vez como titular de una explotación agraria viable de unas dimensiones mínimas.
  • Las ayudas de modernización se pueden solicitar en tres convocatorias durante seis años hasta agotar el máximo de inversión subvencionable, siempre que no se llegue al máximo 100.000 euros de inversión auxiliable por UTA. Si en la primera convocatoria se agota ese presupuesto máximo habría que esperar seis años para volver a pedir ayuda.
  • El perfil más habitual para la ayudas de modernización de explotaciones es sobre todo el de un joven con menos de cinco años desde su incorporación porque el importe de ayuda es más elevado, y jóvenes agricultores que realizan simultáneamente la incorporación con el plan de mejora. Rara vez lo solicitan agricultores ya incorporados, al tener que demostrar un incremento del sistema productivo que no siempre es posible. Suelen ser jóvenes que proceden del sector, cónyuges, hijos, sobrinos, nietos de agricultores o ganaderos. Algunos se incorporan pronto porque siempre han tenido claro que querían llevar una explotación.
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