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viernes, marzo 29, 2024
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El teletrabajo y la administración electrónica también son esenciales para continuar con la actividad agraria

No es posible sembrar, cultivar ni atender al ganado desde casa con el ordenador, pero sí hay muchas otras actividades que el profesional del campo está haciendo sin salir del hogar. Todo lo que haga falta para frenar la pandemia, y sin que la producción y el abastecimiento de alimentos decaiga.

En O. Palomo -empresa segoviana dedicada a la comercialización y distribución de cereales, fertilizantes, y materias primas para la industria agroalimentaria- incluso se adelantaron al confinamiento. Según explica Alfonso Palomo, en previsión de lo que se avecinaba, adquirieron equipos informáticos y los prepararon para que todos pudieran trabajar en red, con los programas que necesitan, desde la casa de cada uno.

También establecieron turnos mínimos, reduciendo la presencia de la docena habitual de personas en la oficina a una o dos al mismo tiempo. En los almacenes siguen la actividad con todas las medidas de protección recomendadas por las autoridades sanitarias. Los transportistas, autónomos la práctica totalidad, siguen las mismas rutinas. El intercambio de documentación lo hacen sin contactos entra las personas. “No hemos tenido ninguna baja”, dice satisfecho Alfonso Palomo de que les vaya todo bien contra el coronavirus.

Y el trabajo sigue saliendo adelante con normalidad, sin retrasos ni carencia de suministros. Han tenido que adaptarse a los cambios de horarios de algunas empresas, pero la mercancía sigue llegando por los puertos y las operaciones con el agricultor tampoco se ven afectadas.

En las cooperativas siguen la misma dinámica. El personal de la cooperativa zamorana Cobadu sigue estando a disposición de los agricultores y ganaderos, sobre todo mediante medios telemáticos. Han reforzado el teletrabajo con el propósito de evitar concentraciones. Gran parte del equipo de la cooperativa trabaja desde casa. Sus socios, además,  pueden contactar con Cobadú por teléfono móvil, Whatsapp, correo electrónico y página web.

En el ámbito de los distribuidores de productos para la actividad agraria y el asesoramiento técnico el panorama es similar. En Paralcampo han cerrado al público las dependencias de Valladolid dedicadas a la jardinería. Si continúan trabajando allí una persona en tareas administrativas, aunque otro operario hace gestiones desde su casa también.

La sede de Paralcampo en Tordesillas continúa abierta, con el horario de 9 a 21 horas y en dos turnos para que solo coincida un trabajador en la atención al cliente, según explica el gerente, Roberto López. Siempre con mascarilla y guantes.

Los integrantes del departamento técnico comercial atienden las consultas desde los domicilios particulares. Solo salen al campo si el agricultor se lo requiere porque tiene algún problema con el cultivo. En este caso, agricultor y técnico se trasladan en vehículos distintos y, siempre, respetando las medidas de seguridad de manera estricta.

“Trabajamos sin mayores problemas. Siempre con las pautas de seguridad y atendiendo al agricultor”, certifica López.

En RKD Irrigatión todo ha cambiado esta semana. Y no es por falta de trabajo. Con el estado de alarma ya decidieron que el personal comercial, de Marketing y de Diseño comenzaban a trabajar desde casa. Administración y Logística comenzaron a hacer jornada intensiva alternando días para acudir a las oficinas. Igual que en fábrica, donde seguían con la misma producción. Todos respetando las normas de seguridad para no propagar el coronavirus. Los transportistas tenían prohibido bajar de la cabina del camión para nada.

Ayer martes se vieron obligados a darle vuelta a la tortilla. Los provedores de RKD han cerrado, al igual que la planta de galvanización y hay recorte de transporte, así que no le ha quedado más remedio que dejar de fabricar. El personal que hace teletrabajo sigue con él, pero el resto no volverá, de momento, hasta el día 13. No hacen equipos nuevos para el riego, pero si atienden los requerimientos que les hacen para reparaciones y repuestos, a pesar de que RKD tiene mucha carga de trabajo pendiente.

Hay algunas actividades agrarias en las que la informática tiene poco que aportar, aunque al ser de carácter preferente siguen adelante. En Pamaral Patatas, de Pedrajas de San Esteban (Valladolid) están con todo el ajetreo de la patata de siembra. Ahí no queda más remedio que estar en el almacén, pero siempre atentos a la autoprotección con mascarillas, guantes y respetando la distancia de protección entre las personas.

Las labores de facturación y otros papeleos los hacen en la oficina, en la que nunca hay más de un operario. Y las gestionos con los clientes son siempre por teléfono.

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