Como primer resultado del paquete de la economía circular, “acogemos favorablemente esta propuesta de que se extienda el campo del reglamento de la UE sobre los fertilizantes a los fertilizantes ecológicos, de manera que los agricultores europeos dispongan de una mayor elección de fertilizantes y de un mejor acceso a los mismos”, aunque apuntan que “estas nuevas normas no van a resolver el verdadero problema que se nos está planteando, ni van a tener un impacto significativo”.
Para los agricultores europeos, ésta se parece “puramente a una operación de maquillaje”, ya que siguen sin poder utilizar productos innovadores como los concentrados minerales derivados del estiércol. Por otra parte, “nos preocupa la reducción de los niveles máximos de cadmio por debajo de los 60mh/kg P2O5 que podría imponer una mayor presión a los costes de producción de los fertilizantes a base de fosfato”. Su propuesta va encaminada para que se reduzcan a cero los aranceles de los fertilizantes y de esta forma abaratar el coste de los insumos de importación, “por lo que instamos a la Comisión a que tome las medidas necesarias para que así sea”.