En su balance del año recién clausurado, Asaja León aboga por conseguir unas explotaciones más eficientes, "lo que ha de venir por la vía de una mejor gestión, mejores infraestructuras, una política agraria más justa, mayor fortalecimiento del sector ganadero y cultivos alternativos"
El año 2015 se ha saldado con cosechas “normales”, precios a la baja, fuertes inversiones (en particular en la modernización de regadíos) y factores de producción altos, lo que ha llevado a que el incremento de la renta agraria “no haya sido posible”. Así lo señala en un informe presentado recientemente la rama leonesa de la organización Asaja.
En un balance con luces y sombras, la opa destaca que la “atípica” meteorología no tuvo consecuencias realmente relevantes en los cultivos, “moviéndose en unas horquillas habituales, con buenas o malas cosechas según el cultivo, pero no en el extremo de lo excelente ni en el de lo catastrófico”.
Por citar algunos ejemplos, 2015 ha sido un buen año para la viticultura, el maíz, la remolacha y los forrajes. Por el contrario, “no ha sido tan bueno en las patatas y alubias, e inferior a la media en el cereal de secano”.
Respecto a los costes, el sector ha vivido con alivio la bajada del precio del gasóleo agrícola, aunque no así otras energías como la electricidad. Con precios anormalmente altos en los fertilizantes y mantenimiento al alza de otros costes como reparaciones, semillas e impuestos, para Asaja es de destacar “el desproporcionado incremento del precio de la tierra, tanto en arrendamientos como en compras, motivado por una presión de la demanda”.
Además, destaca que los costes financieros “se han reducido y, lo que es más importante, ha habido más facilidades para acceder al crédito que en años anteriores”.
