El próximo viernes se celebra una jornada similar en Tordesillas y una semana después en Medina de Rioseco, para las que ya se ha abierto el plazo de inscripción
El futuro de las empresas agrarias ha sido el eje central del primero de los Encuentros del Campo, organizados por la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid (SODEVA) y la Asociación Polígono San Cristóbal. Se ha celebrado este viernes en Medina del Campo y ha contado con la participación de más de medio centenar de emprendedores y profesionales del medio rural.
En la inauguración del evento, el alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, ha incidido en que “ya es hora de que las administraciones dejen de hablar de despoblación y lo hagan más de agricultura, de agroalimentación y de todas aquellas actividades q permiten mantener la actividad en el medio rural”.
Por su parte, Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación Polígono San Cristóbal, ha señalado que es importante saber aprovechar “todo el potencial que ofrece el medio rural”, al tiempo que ha reclamado a la administración medidas para ponérselo más fácil al emprendedor rural. Ese que cuando quiere iniciar una empresa en un pueblo “debe pagar el suelo industrial a un precio desorbitado, pagar impuestos desde el minuto cero, esperar casi un año para obtener la licencia…”. Además, destaca que de la solución pasaría, en su opinión, por revitalizar la federación de polígonos de Castilla y León.
Rodríguez ha asegurado en este encuentro que el autoempleo es una fórmula muy adecuada para aquel hombre o mujer que quiera seguir viviendo y trabajando en su pueblo, per hay q facilitarles las cosas, sobre todo la conexión a internet. “No puedes ser autónomo o montar una empresa si tardas 20 minutos en conectarte a internet”.
El próximo viernes se celebra una jornada similar en Tordesillas y una semana después en Medina de Rioseco, para las que ya se ha abierto el plazo de inscripción. Este programa de acciones sobre dinamización del medio rural se culminará el 29 de noviembre en un congreso sobre el medio rural vallisoletano en el castillo de Fuensaldaña.
La Diputación de Valladolid presentó el Plan Impulso con el fin de favorecer el desarrollo económico de los pueblos de menos de 20.000 habitantes
En el encuentro participó Miguel Cano, de Iberaval, quien avanzó que en 2018 contribuimos a poner en marcha 1.198 proyectos empresariales y este año el grado de actividad, asegura, es similar. “Estamos aquí para ayudaros a financiar vuestra empresa, para q sea competitiva en un escenario cada vez más complejo”.
Desde la Diputación de Valladolid Ana María Llorente presentó el Plan Impulso con el fin de favorecer el desarrollo económico de los pueblos de menos de 20.000 habitantes. Ha sido del fruto de sentarse a hablar con los sectores, y de hacerlo “con total sinceridad”, comentó Llorente, y resaltó que hoy es difícil acceder a financiación pero en 2013 era mucho más difícil y el plan fue una gran herramienta para los emprendedores.
Defiende el empleo tanto por cuenta propia como por cuenta ajena y explicó que mantienen reuniones permanentes con los ayuntamientos para explicarles todas las fórmulas de colaboración posibles para generar empleo y riqueza.
Es interesante conocer también que la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid tiene líneas de apoyo para la adquisición de suelo industrial en los municipios.
Debate entre empresarios agrarios
Uno de los momentos más álgidos del encuentro fue la mesa redonda, en la que diferentes empresarios del sector agrario analizaron la situación actual y cuál es el futuro para las empresas instaladas en el medio rural.
Armando Caballero, de Cocetra, se lamentó por la demora de los ayuntamientos en dar licencias, “lo que provoca un probema para el emprendimiento”. Conoce el Plan Impulso de la Diputación y lo considera un instrumento muy bien planteado. Su cooperativa ha conseguido en diferentes ocasiones obtener los fondos que necesitaba por esa vía.
Por su parte, Ramón Bocos, de Acor, piensa que se ha desbordado el requerimiento de documentos, la necesidad de realizar mil trámites para todo, incluso para detalles mínimos “y eso hace que la gente pierda la ilusión”. Para él hay que apostar por la industria agroalimentaria y por cultivos que generen empleo, “pero hace falta agua” y hay que ver la manera de que el acuífero se pueda recargar. “Sin ese regadío no hay agricultura y si no lo solucionamos el campo será muy diferente dentro de diez años”, lamenta.
Fernando Sánchez, de Irconsa, comenta que “en la empresa privada te aprueban un presupuesto y en tres días empiezas a trabajar, sin embargo en la Administración es justo al revés”. Critica que está dirigida por políticos que pueden tener buena voluntad pero gestionada por funcionarios que defienden la aplicación de la ley a machamartillo “y el trámite que solicitas choca con la norma europea, nacional, autonómica, de la diputación y por último del ayuntamiento; eso ralentiza todo hasta la locura”. Además, apuntó que cualquier empresa radicada en Madrid podría trasladarse un pueblo, pero necesita infraestructuras, acceso a internet.
En torno al mundo del vino, Antonio de Íscar, de la bodega Diez Siglos, considero indispensable dar beneficios a la gente que se queda en el medio rural. Lanza la pregunta: “¿Por qué no se le reducen impuestos como el IAE?”. Así entiende que los emprendedores harían más por quedarse y que se viera como una opción atractiva.
Otro de los participantes en este encuentro, clausuardo por el vicepresidente de la Diputación de Valladolid, Víctor Alonso, es José Antonio Martín, de Agrotécnica El Alamillo, para quien es fundamental cambiar la imagen del sector, “y eso incluye contrastar ciertas campañas, como que el azúcar es malo, las granjas de porcino contaminan, las presiones de grupos animalistas y ecologistas… “Hay que hacer cambios y para ello debemos defender y modificar la imagen de nuestro producto”, comenta.
