spot_img

La publicación agraria líder

viernes, marzo 29, 2024
spot_img
InicioSectorTierra de Sabor cobra especial sentido para hacer frente a la caída...

Tierra de Sabor cobra especial sentido para hacer frente a la caída del consumo

La crisis económica se cierne sobre la industria agroalimentaria, una de las principales vías para llevar la producción agraria hasta el consumidor. Hoy la prioridad es impulsar la comercialización, que será la madre de todas las batallas en estos tiempos de zozobra

Las malas noticias parecen acumularse en la prensa económica, con ecos de las tempestades que sacudieron los cimientos de nuestro país a partir de 2008. Doce años después, y como consecuencia de la crisis sanitaria, las olas también rompen en los muelles de Castilla y León, una tierra marcada por sus propias circunstancias que recibe los embates de manera quizá matizada: la actividad económica se ha mantenido en aquellos sectores que por su propia naturaleza no pueden detenerse, como la agricultura y la ganadería.

Seguridad

Sobre el sector transformador se cierne la espada de Damocles de la crisis económica y su reverso, la caída del consumo. Es aquí donde cobran especial sentido las iniciativas desarrolladas para impulsar la comercialización, pilares que aportan seguridad en tiempos de zozobra.

Resulta sabido que Castilla y León es la mayor comunidad autónoma de España y una de las regiones más extensas de Europa. Un territorio tan amplio, y con un papel tan importante del sector primario, depara una amplia riqueza gastronómica, lo que se traduce en multitud de productos típicos.

Riqueza alimentaria

En el plano oficial, la riqueza alimentaria de Castilla y León ha hecho que la comunidad cuente con cerca de 70 figuras de calidad. Hace once años, esa dispersión llevó al Instituto Tecnológico Agrario y Agroalimentario, Itacyl, a diseñar un distintivo de calidad alimentaria, Tierra de Sabor, como garantía cualitativa para el consumidor.

Más de 900 empresas cuentan con el sello del corazón amarillo, que garantiza al consumidor altos estándares de calidad y que constituye una magnífica plataforma de comercialización. Tierra de Sabor nació para vincular territorio y calidad, además de impulsar el consumo.

Esta década larga ha demostrado que se trata de una herramienta de utilidad para poner en contacto a productores y consumidores. Desde 2014 tiene la condición de marca de garantía y, como señala su reglamento, busca distinguir en el mercado determinados productos agroalimentarios garantizando su calidad diferenciada: los productos amparados deben ser producidos, elaborados o transformados en Castilla y León, además de reunir las condiciones cualitativas que establece la norma de uso.

Producto local

Más de 6.000 alimentos llegan al mercado destacados con el corazón amarillo. Para el consumidor de Castilla y León, esa parte del etiquetado transmite al consumidor una garantía de calidad y de cercanía a los productores locales.

Al mismo tiempo, en otras partes de España el corazón amarillo supone un refuerzo en el acto de compra, ya que gran parte del público lo identifica con Castilla y León y con una producción agraria rigurosa. En los mercados exteriores, además, el logotipo se acompaña del eslogan Heart of Spain junto a la bandera española, lo que también funciona como argumento para la venta.

Es el Itacyl quien autoriza a utilizar la marca Tierra de Sabor. Para ello no solo analiza la documentación presentada, sino que efectúa las inspecciones que permiten comprobar la adecuación entre esa descripción y la realidad.

Sobre todo, se trata de un sector basado en la calidad, ya que Castilla y León es la comunidad con más figuras protegidas. Solo en la última década, se ha duplicado su número hasta las 70. Entre las últimas incorporaciones cabe destacar el Espárrago de Tudela, el Ajo de Vallelado, la Cecina de Villarramiel, la Cereza del Bierzo, el Higo de Gredos, la DOP Cebreros, la Morcilla de Burgos, la Fabiola de Palencia y el Queso Castellano. Además, en el mundo del vino han surgido nuevas figuras, como el Vino de Pago o el Vino de Pueblo.

‘Leer’ el etiquetado

El interés del consumidor por la calidad de los productos agroalimentarios ha aumentado y cada vez es más frecuente la comprobación concienzuda del etiquetado de los artículos que se comercializan en tiendas y grandes superficies. Existe un reglamento europeo que regula los regímenes de calidad de los productos alimentarios, pero sus claves no siempre llegan al público.

Algunos productos agroalimentarios están amparados por una marca de garantía cuando su composición, origen o proceso productivo se encuentran regulados por un reglamento de uso, es decir: cumplen unos requisitos comunes en cuanto a calidad, componentes, origen geográfico, condiciones técnicas o modo de elaboración. El nombre y el logotipo de cada marca de garantía son utilizados por una pluralidad de empresas para diferenciar sus productos en el mercado.

También existe la marca colectiva, signo que distingue la procedencia geográfica, el material, el modo de fabricación, la calidad u otras características comunes de los productos o servicios de distintas empresas que la utilizan. El titular es una asociación a la que pertenezcan dichas empresas.

Al mismo tiempo, las denominaciones de origen protegidas (DOP) e indicaciones geográficas protegidas (IGP) son las herramientas utilizadas en la Unión Europea para el reconocimiento de una calidad diferenciada en determinados alimentos.

El medio geográfico

Cuando el consumidor lee en la etiqueta de un producto agroalimentario las siglas DOP se encuentra ante un artículo cuya calidad o características se deben al medio geográfico, con sus respectivos factores naturales y humanos, y cuya producción, transformación y elaboración se realiza siempre en la zona geográfica de la que toman el nombre.

Los productos pertenecientes a una Indicación Geográfica Protegida poseen alguna cualidad o característica atribuida a un origen geográfico y cuya producción, transformación y elaboración también se realiza en una determinada zona.

La diferencia radica en que un producto con DOP indica que todas las fases de producción se realizan en la zona geográfica a la que pertenece. Por el contrario, en un artículo con IGP solo es necesario que una de las fases se realice en un mismo territorio.

Por cierto, en las marcas de garantía no tiene por qué existir un vínculo entre las características del producto y la zona, mientras que en las otras dos es requisito indispensable.

Artesanía

Otros alimentos que puede amparar Tierra de Sabor son los elaborados de conformidad con la normativa sobre artesanía alimentaria, así como los acogidos a una norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérica.

Completan el mapa de productos susceptibles de incorporar el corazón amarillo aquellos que, no pudiéndose acoger a ninguna de las figuras mencionadas, posean una calidad superior vinculada al territorio de Castilla y León. Para ello, eso sí, deben estar certificados por organismos de certificación acreditados. Itacyl tendrá que haber aprobado su inscripción en el Registro de Operadores Agroalimentarios. En todo caso, la vigencia de la autorización está supeditada a que el producto mantenga las condiciones y el cumplimiento de los requisitos con arreglo a los cuales se concedió la autorización. El propio Itacyl es el encargado de esa supervisión.

Nuevas pautas de consumo

Las pautas de consumo han cambiado de forma radical a raíz de la pandemia y las ventas ‘on line’ se han disparado en el conjunto de España. También en el portal de venta de los productos Tierra de Sabor, que refuerza el significado del corazón amarillo como refuerzo ante el mercado. El consumidor puede adquirir directamente del productor más de 200 referencias a través de la página web market.tierradesabor.es.

Gracias a ella, los hogares de Castilla y León y de toda la España peninsular, además de Baleares, pueden recibir sin gastos de envío productos frescos, de calidad y con todas las garantías. Los alimentos llegan directamente desde la fábrica, a un precio competitivo, y de este modo el cliente estará contribuyendo a que se mantengan explotaciones agrícolas y ganaderas, además de empresas transformadoras, de la comunidad.

Por fin, el Queso Castellano

A principios de año la Unión Europea dio el visto bueno a la IGP Queso Castellano, un queso graso o extragraso de prensado intenso con una larga vida útil. Es el queso que siempre se ha elaborado en la meseta, sometido a la competencia del Queso Manchego y con muy pocas figuras de calidad propias, como la DO Queso Zamorano.

Elaborado con leche cruda o pasteurizada de oveja procedente de explotaciones ubicadas en Castilla y León y con una maduración mínima de treinta o sesenta días, en función del formato, el Queso Castellano presenta unas características singulares, como una corteza de color variable, desde el amarillo pálido hasta el marrón.

Son más de 30 las industrias que pueden portar este sello. El queso se debe elaborar en queserías de la región, que deben disponer de sistemas para elaborar de forma independiente el queso amparado. En 2019 se elaboraron 2.340 toneladas, por un valor de 23,4 millones. Son nuevos ladrillos para construir las defensas ante el temporal que viene.

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img