El abonado es una labor esencial para garantizar una producción adecuada en cantidad y calidad. También para conservar uno de los elementos más importantes de nuestro patrimonio: el suelo en el que trabajamos. Esa es la razón por la que CAMPO dedica todos los meses un amplio espacio a la fertilización, incluida la sección fija ‘El apunte’
Una de las misiones de ‘El apunte’ es la de contribuir a un análisis crítico de las explotaciones, ya que “debemos ser serios y adquirir conciencia de cuánto nos cuesta obtener nuestra producción para, a partir de ahí, ser capaces de optimizar nuestros recursos”. Así lo recalca José Ángel Cortijo, responsable de la Zona Noroeste de Fertiberia y encargado de elaborar esta sección.
De hecho, el profesional que considere el abonado como “un gasto innecesario” situará en el limbo a uno de los factores más importantes de la producción y, así, “estará multiplicando el riesgo que siempre lleva intrínseco la agricultura”.
A pesar de las ideas tan extendidas en el sector, “hay que ser consciente de que el principal gasto de nuestra explotación son las labores agrícolas, al margen de que las realicemos nosotros mismos o de que las contratemos. Esta afirmación se puede matizar en función del cultivo de que se trate, pero es una rotunda verdad cuando hablamos de cereal de secano”, recuerda Cortijo.
El segundo gasto de la explotación corresponde al abonado “y el profesional que ha hecho su análisis de suelo y que ya ha decidido lo que va a sembrar dispone de toda la información necesaria para diseñar su estrategia de fertilización”.
Si dispone de esos datos, “con el apoyo de un técnico competente y con el historial de su suelo”, podrá optimizar el gasto en fertilizante. “Y, cuidado, porque esto vale tanto para los años buenos como para los malos”, advierte.
Planificar el abonado: consejos para invertir
Para el responsable de Fertiberia el abonado debe basarse en tres pilares: el análisis de suelo, la producción esperada y la calidad que deseamos.
La herramienta que necesitamos para esa planificación es el análisis de suelo, junto con la recomendación de abonado, “porque es un consejo de hacia dónde invertir”. De este modo, “con una buena recomendación y una adecuada rotación de cultivos se puede ahorrar en fertilizantes”.
Sembrar sin abonado de fondo es una temeridad
Es habitual que en las páginas de CAMPO se llame al agricultor a poner por delante su profesionalidad y “no dejarse llevar por la corriente”, puesto que las opiniones vertidas por otros agricultores “pueden ser muy eficaces generando estados de ánimo, pero en ocasiones deberemos salirnos de la cuadrícula y pensar estrictamente en nuestra explotación”. Y es que el agricultor debe pensar mucho y hacer sus cuentas de forma fría antes de tomar decisiones cruciales.
