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viernes, abril 19, 2024
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Fertilizantes. Para acertar en la diana

Los del tipo ‘starter’ se localizan junto a la semilla y ayudan al cultivo en los primeros estadios de su desarrollo. La planta aprovechará mejor la cobertera
Una de las opciones de fertilización que el agricultor tiene sobre la mesa es la de los productos de tipo ‘starter’, que se localizan junto a la semilla y ayudan al cultivo en los momentos de la germinación y el enraizamiento. La mayoría de las veces llevan nitrógeno de rápida liberación y fósforo, y suelen ir complementados con microelementos encargados de agilizar los cultivos.

Entre sus ventajas cabe mencionar que mejoran la nascencia y el desarrollo radicular, lo que permitirá una mayor eficiencia de abonados posteriores. Sin embargo, “en ningún caso se puede contemplar como abonado único, puesto que no cubre las necesidades nutricionales de los cultivos”, como señala Javier Sainz de Baranda, director regional de Exceed Fertilizers, de Intergal Española. Más bien, “debemos hablar de estos fertilizantes como complemento de la estrategia de abonado”.

Para esta doble operación de sembrar y fertilizar se emplea una sembradora, neumática o mecánica, dotada de cajones auxiliares para aplicar el fertilizante en la línea de siembra. Tradicionalmente el formato era el de microgranulados, si bien la experiencia demuestra que el grosor “no es importante para conseguir mejores resultados”, apunta Sainz de Baranda.

Coincide con él Lorenzo Elorduy, responsable de ICL en Castilla y León, para quien “es posible utilizar granulometría gruesa en las nuevas sembradoras combinadas”. La clave está en los abonos encapsulados de liberación controlada, “que no ofrecen problemas en las dosis de aplicación, ya que son totalmente seguros para la planta joven”. Además, “al encapsular nitrógeno y fósforo se evitan pérdidas por evaporación y lixiviación”, según Elorduy.

Uno de los problemas habituales en Castilla y León es el pH de sus suelos, que bloquea el fósforo y no puede ser absorbido por la planta, lo que constituye un argumento poderoso “para localizarlo junto a la raíz”. Las ventajas económicas también son amplias, puesto que permiten ahorrar gasóleo “y reducir la dosis, sobre todo con nutrientes como el fósforo y el nitrógeno”.

Mientras tanto, desde Fertinagro se defienden los microgranulados complejos NP y NPK, enriquecidos con nutrientes secundarios (Mg, S y Ca) y microelementos esenciales (Zn y Mn), “concebidos para una máxima eficiencia en el aporte de nutrientes”. Permiten la “quelación” natural de los nutrientes, la estabilización del nitrógeno y el aprovechamiento del fósforo, además de aumentar la actividad de los microorganismos del suelo.

STARTER

– Permiten aportar a la planta los nutrientes necesarios para sus primeras fases, con una fertilización
“precisa y racional”.

– Suelen incluir nitrógeno de rápida liberación y fósforo, complementados con microelementos encargados de agilizar los cultivos.

– Se aplican mediante una sembradora neumática o mecánica, dotada de cajones auxiliares para aplicar el abono en la línea de siembra.

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