María Álvarez
El aumento de los costes energéticos está condicionando en gran medida el trabajo de los regantes. El pasado año, los agricultores pagaron hasta un 500% más por la energía, lo que en muchos casos a elevado los costes de producción a la categoría de inasumibles.
En este punto, las nuevas tecnologías surgen como un aliado para mantener y rentabilizar los cultivos. Sobre esta cuestión ha girado el debate diario organizado en el espacio de Agrotecnológica, moderado por el director de CAMPO CyL, Máximo Gómez.
“Lo que te garantiza una instalación fotovoltaica es tener una cobertura energética para los próximos veinte años”, ha defendido Adolfo Penelas, CEO de EVOSOL.
Lo cierto es que esta tecnología ofrece al agricultor independencia energética, además de mejorar la huella de carbono, y mejorar la producción y la rentabilidad de los cultivos, ya que “ayuda en el ahorro de costes porque se deja de consumir de la red lo que se produce a través de la fotovoltaica y eso supone un ahorro directo”, ha destacado Ana González, representante de REPSOL.
La compañía energética trabaja en una nueva solución denominada Agrovoltaica, que permite instalar paneles solares por encima de los terrenos cultivables. “Esta tecnología aúna un modelo productivo altamente eficiente en el sector agrario sin prejuicios para el medio ambiente”, ha explicado.
Fotovoltaica, aliada del agricultor
Son muchos los agricultores que han apostado y apuestan por las instalaciones fotovoltaicas en sus instalaciones de regadío. Este es el caso de Jesús Montaña.
En su primera aventura fotovoltaica, Jesús instaló una superficie de 108 kilovatios de potencia para una explotación de 40 hectáreas y su balance es muy positivo: “Mi experiencia ha sido tan buena que este año hemos construido una nueva instalación”, ha afirmado.
Para sacar el máximo rendimiento a la instalación “intentamos aprovechar el máximo de horas de sol en función de los cultivos. Siembro un cultivo muy temprano, uno intermedio y otro a final de campaña. Así aprovecho todas las horas de sol y, así, rentabilizo la planta”, explica.
En cuanto a los tiempos de amortización, en un primer momento calculó rentabilizar la instalación en 7 u 8 años, sin embargo, ese tiempo se ha acortado: “con los precios de la energía que hemos sufrido el año pasado he amortizado dos años en uno”.
En cualquier caso, “la clave para que la aventura salga bien está en estudiar muy bien cada caso, adaptar tu manejo del riego y visitar instalaciones en funcionamiento”, concluía Penelas.
El papel de la administración
Javier Puertas, jefe del Servicio de Infraestructuras Agrarias de la Junta de Castilla y León, ha señalado que está previsto que los próximos años un 30 o un 40% de las comunidades de regantes existentes se desconecten de la red para suministrarse con sus propias instalaciones.
La administración regional tiene el foco puesto en varias líneas de trabajo; una de ellas es “trasladar los sistemas de actuación de las aguas superficiales modernizadas a las aguas subterráneas”. El objetivo es promover el desarrollo del regadío en la comunidad. “La agricultura será de regadío o no será”, recalcaba.
Asimismo, la Junta está promoviendo la instalación de energías renovables a través de líneas de ayudas que subvencionan hasta un 40% de las instalaciones. Aunque todos los participantes en el debate han coincidido en que “no se debería condicionar la instalación de estas soluciones a las ayudas o subvenciones”.
