Las lluvias que han visitado Castilla y León, sobre todo este pasado miércoles, han supuesto el auxilio que ya pedía casi a gritos el campo en las zonas más secas. El cereal, tanto el que ya está nacido y más o menos implantado como las últimas siembras, seguro que lo agradece. También han servido para que el fertilizante y los herbicidas puedan comenzar a hacer sus trabajos. Y el agricultor vaya a laborear mejor ahora, con el terreno en su punto.
Tampoco es para echar las campanas al vuelo. En el Páramo leonés y Payuelos ha vuelto a frenar la cosecha del poco maíz que queda por recoger. Hay terrenos fuertes y de valle en los que no se podía entrar sin cadenas, según comenta el técnico de LESA Luis de Juan. Algún agricultor ha tenido que dejar media finca sin echar el nitrogenado a causa de la lluvia.
En la Tierra de Campos palentina, por el contrario, están contentos. “Han sido unas lluvias excelentes. Para los cereales ha sido ideal que llueva”, dice satisfecho José Antonio Marcial, un agricultor de Población de Campos. Calcula que allí han sido entre quince y dieciséis los litros de agua. Ante la perspectiva de que iba a llover, tiene el fertilizante recién echado. Ha puesto gran parte del cereal en la segunda sementera y ya está todo nacido, así que lo que ha precipitado le ha venido a la perfección.
Las fuertes rachas de viento han minimizado, al menos en parte, la cuantía de las precipitaciones. El aire, a buen seguro, habrá acelerado el secado del terreno. No ha llovido mucho, pero no hay que quejarse. En Burgos cayeron nueve litros, 9,6 en Soria, 10,6 en Valladolid y 10,1 en León. Algo más le ha tocado a Ávila (11,6), Palencia (13,2) y Zamora (16,6). Algo más aún han dejado las nubes en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga, que ese miércoles recogieron los pluviómetros hasta 32,8 litros. En Segovia solo precipitaron 4,2 litros.
La madrugada del jueves aún hubo chubascos, aunque en ningún lugar de la Comunidad superaron el litro. La humedad ya se dejó atisbar desde el pasado domingo en provincias como León. Para estos próximos días, hasta el lunes, las previsiones solo apuntan la posibilidad de alguna precipitación débil en el norte y noreste de la región.
“Ha sido poco lo que nos ha llovido”, se queja Miguel Jiménez, agricultor de El Carpio (Valladolid). El miércoles fueron 11 litros y esta madrugada otros dos. “Hacía falta que caigan otros veinte o treinta litros para que el cereal y los guisantes aguanten bien en marzo. Es muy pronto para regar y las previsiones no dan nada para los próximos quince días…”, añade.
