El Consejo Regulador de la DO Rueda ha solicitado a Itacyl reducir los rendimientos de sus parcelas en un 15% para afrontar la situación generada por la crisis del nuevo coronavirus, con una drástica caída en el consumo en hostelería y unas bodegas con un elevado stock de vino.
El pliego de condiciones de la denominación establece diferentes rendimientos para cada variedad y forma de conducción, y según la solicitud todas ellas verían reducido el umbral de producción en esos quince puntos porcentuales.
Viticultores y bodegueros esperan ahora la decisión de Itacyl, que para el director general del Consejo Regulador, Santiago Mora, “lo deseable es que se produzca cuanto antes para que podamos transmitir una serie de reglas claras y que todos podamos trabajar con certidumbre”.
Como señala Mora, el real decreto aprobado contra la crisis por el Consejo de Ministros obliga a la reducción de rendimientos y la interpretación más extendida es que se trata de una condición para acogerse a las ayudas aprobadas, tanto para bodegas como para viñedo.
Así lo interpreta también Ignacio Martín Obregón, responsable de Viticultura de UCCL, quien ve en la solicitud del consejo regulador una propuesta “coherente” y “lógica”, “especialmente pensando en el viticultor que vende su producción a bodegas particulares”. Para Martín, lo previsible era que muchas bodegas con gran volumen de vino almacenado optaran por no comprar la uva al viticultor.
En caso de que Itacyl dé su visto bueno, la autorregulación será de cumplimiento obligatorio para el viticultor, “ya que quien sobre pase ese umbral verá descalificada su producción”, según Martín.
Para el representante de UCCL la situación es más benigna para el viticultor socio de una cooperativa, puesto que una vez aplicada la reducción en el rendimiento “podrá entregar toda su uva y la bodega hará todo lo posible para dar salida a se vino en el mercado”.
En cualquier caso, una de las claves reside en la cantidad de vino almacenado y en un mercado, sobre todo el nacional, poco acostumbrado a consumir vinos blancos con más de un año. “Afortunadamente el consumidor cada vez es más consciente del potencial de variedades como la verdejo, y de que un vino no elaborado específicamente para durar puede ofrecer cualidades muy destacadas cuando se conserva más de un año; es algo que conoce bien el consumidor de otros países y que en España también se va abriendo paso”, destaca Santiago Mora.
