spot_img

La publicación agraria líder

sábado, abril 20, 2024
spot_img
InicioCereal¿Las últimas lluvias pueden salvar parte de la cosecha?

¿Las últimas lluvias pueden salvar parte de la cosecha?

Ha caído más agua en la mitad sur de Castilla y León, donde menos falta hace. Algunas cebadas tardías pueden beneficiarse porque aún se están formando. El nuevo escenario abre una ventana para la siembra de girasol. ¿Será demasiado tarde?

Ricardo Ortega

Mientras se anuncian nuevas lluvias, muchos agricultores de la mitad norte peninsular acuden al dicho popular de “a buenas horas, mangas verdes”. Las lluvias de la última semana han sido generosas, pero llegan tarde en la mayor parte de los casos, al menos en el secano.

El cereal que puede aprovechar algo el agua se encuentra en las comarcas situadas más al norte, en los suelos más fuertes, especialmente en aquellas parcelas sembradas más tarde.

Tomando como referencia las capitales de provincia, desde el viernes 26 de mayo han caído 89 litros en Soria, 62 en Segovia y 84 en Ávila.

También ha habido agua en abundancia en Zamora, con 44 litros. Burgos ha recibido 42 litros y Salamanca ciudad ha registrado 39,5.

Algo por detrás se sitúan Valladolid (20 litros por metro cuadrado), mientras que León ha tenido 35,5 litros y Palencia, por fin, ha recibido 43,6 litros.

Pero toda esa agua no ha impedido que nos encontremos ante la peor cosecha de la historia, o al menos desde 1990.

Un panorama desigual

En la comarca de la DO Rueda ha habido un reparto desigual de agua, en función de dónde se formara el nublado. Miguel Álvarez, de Ventosa de la Cuesta, dice que ha tenido puntos de 60 litros y de 90.

El mayor susto lo ha tenido cuando han caído 55 litros en pocas horas, en una finca de patata que tiene en la localidad de Matapozuelos. Afortunadamente ha sido solo agua y la planta ha aguantado bien. Es un suelo algo ligero, en el que no se han formado encharcamientos. “Ahora el problema es la amenaza de mildiu, y que no podemos entrar a tratar”, lamenta.

Como en otros lugares, el cereal de secano ya se está secando y se cosechará pronto, de modo que la lluvia ha llegado demasiado tarde. También para cultivos como el guisante. “Quien sí agradece esta agua y esta temperatura es el cereal que tenemos en regadío, que está formando el grano”, señala.

Trigos de 1.700 kilos de media en Castilla y León

José María Santos, responsable de Agricultura de Urcacyl, señala que de Palencia hacia abajo se puede hablar de “desastre”, mientras que en zonas situadas más al norte las lluvias de estos días podrían aprovecharse por las plantas, especialmente en los suelos más fuertes. “Salvo en aquellas zonas en las que el agua ha sido excesiva”, matiza.

En las comarcas más meridionales ya no se puede hacer nada, sobre todo porque en muchos sitios se ha segado en verde con destino a forraje.

El panorama es irregular. En provincias como Palencia se han segado miles de hectáreas de cebada, mientras en otras zonas este cultivo presenta mejor situación que el trigo. Esas cosechas adelantadas permiten al agricultor asegurarse unos ingresos mínimos, pero también contribuyen a frenar la escalada de precios del forraje.

También ha habido casos en que esa producción dejada sobre el suelo para henificar ha sido víctima de las lluvias y se ha podrido, nos cuenta el responsable de Urcacyl.

La peor cosecha en 30 años

Santos apunta que la cosecha en España va a rondar los 9,1 millones de toneladas, lo que supone la peor producción en más de 30 años. La previsión de los almacenistas habla de 10 millones de toneladas y la de Asaja apunta a la mitad.

En Castilla y León los cereales están adelantados cerca de un mes, al menos visualmente. Lo que está claro es que Urcacyl prevé unos rendimientos de 1.700 kilos por hectárea en los trigos y de 1.750 kilos en el caso de las cebadas. “Las últimas lluvias podrían mover algo esa fotografía, pero no mucho”, apunta Santos.

Las cebadas más tardías

Luisma Palencia, de la cooperativa Arión, apunta que en el oeste de la provincia de Valladolid el cultivo más beneficiado son las cebadas más tardías, que siguen “en estado de leche” y que van a poder formar el grano y dar buenos pesos específicos.

En cuanto al trigo, las espigas apenas han formado grano. Ese grano escaso de la planta sí podrá dar algo más gracias a las lluvias, “lo que se puede traducir en que pase de dar 1.000 kilos a 1.200, por ejemplo, pero no más”, señala.

Todo ello se va a traducir en un año de cosecha escasa, en el que mucha gente va a perder dinero. Como consecuencia, el año que viene, que será de fertilizantes caros según todas las previsiones, serán muchos quienes siembren el secano sin abonar, o haciéndolo en muy escasa cantidad.

¿A tiempo para sembrar girasol?

Entre Aguilar de Campoo y Torquemada, en la provincia de Palencia, las tormentas están siendo muy esporádicas y de pocos litros, con grandes diferencias dentro de un mismo término municipal. Alberto Nebreda, de Astudillo, apunta que este año los cereales de invierno están avanzados, con carácter general.

Pero en esta comarca, regada con agua del Canal del Pisuerga, se habla de cereal de regadío. Se está dando el último riego a la cebada, y aún se le dará uno más al trigo. Las lluvias han aportado poco.

“Daremos un segundo corte a la alfalfa cuando lo permita el tiempo y el maíz está pequeño, de modo que no necesita grandes aportes de agua”, señala.

Al mismo tiempo están naciendo los girasoles, algunos de los cuales han necesitado un riego de nascencia.

Pipa de ciclos cortos

César Álvarez, de Oleokelsa, recuerda que los ciclos cortos de girasol permiten sembrar hasta el 15 de junio, “aunque nadie puede garantizar una buena nascencia”.  

Por su parte, José María Santos, responsable de Agricultura de Urcacyl, espera que las lluvias permitan finalizar, por fin, las siembras de pipa. “Muchos no habían sembrado por falta de tempero y ahora puede ser tarde, además de que en muchos lugares hay exceso de humedad”, advierte. Lo que está claro es que quien sembró ahora puede tener la sensación de que ha acertado.

“Cubrir el expediente”

Hay agricultores que reconocen en privado que van a sembrar sin grandes esperanzas de tener producción; lo hacen pensando en “cubrir el expediente” con vistas a la PAC.

En el sur de Valladolid se puede ver a agricultores sembrando girasol, quizá con la intención de cumplir con los ecoesquemas a los que se han acogido. “Con estas lluvias habrá nascencia, pero otra cosa es que al final haya producción”, señala Miguel Álvarez.

“En esta zona es más oportuno poner pipa en regadío, ya que en secano dependes demasiado de las tormentas de agosto, lo que es muy arriesgado”, señala.

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img