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jueves, marzo 28, 2024
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Las variedades más adecuadas en las zonas productoras de Castilla y León

El calendario avanza hacia las siembras y el Itacyl hace público el resultado de sus ensayos de semillas en ocho localidades representativas

Una información que no se puede pasar por alto si se desea tomar la decisión más adecuada pensando en la rentabilidad

Pincha sobre la imagen y consulta el catálogo de cereal de 2020:

 
Año 2020

Año 2016

La superficie dedicada a cereal fue de 1,9 millones de hectáreas en la pasada campaña, con una ligera subida respecto al año anterior, a pesar de que los precios dan pocas alegrías. La saturación del mercado y el margen cada día más estrecho para el agricultor es lo que convierte en vital toda información que permita mejorar los resultados de la explotación. En este contexto cobra especial relevancia la ‘Evaluación de nuevas variedades de cereal de invierno en Castilla y León. Resultados de la campaña 2015/2016’. El estudio ha sido realizado por los investigadores del Itacyl Gabriel Villamayor y Nieves Aparicio, en el marco co del Genvce (Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos).

La labor realizada en Castilla y León ha tenido como escenario ocho localidades de diferentes provincias, con la finalidad de conocer el comportamiento de las nuevas variedades de cereal que van apareciendo en el mercado.
Esta red de evaluación varietal está integrada por ensayos de cebada de ciclo largo, cebada de ciclo corto, trigo blando de otoño, trigo blando de primavera, trigo duro, avena, centeno híbrido y triticale. El objetivo último es ofrecer esta información a agricultores y técnicos, de modo que pueda resultarles de utilidad a la hora de decidir sobre las variedades que sembrarán en cada campaña.

Los campos de ensayo de variedades se distribuyen en las localidades de San Bernardo (Valladolid), Zamadueñas (Valladolid), San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca), Cerratón de Juarros (Burgos), Zael (Burgos), San Esteban de Zapardiel (Ávila), Cordovilla la Real (Palencia), Esteras de Lubia (Soria) y Castrillo de la Guareña (Zamora). El ensayo de San Esteban de Zapardiel tuvo que ser anulado por haber sido afectado por una  fuerte tormenta en el mes de junio.

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Variedades registradas

El diseño experimental es de bloques al azar con cuatro repeticiones. La parcela tiene una superficie de doce metros cuadrados y la densidad de siembra está entre 425 y 450 semillas por metro cuadrado en cebada y trigo. Las variedades ensayadas están registradas en el catálogo español o comunitario, o bien se benefician de un registro provisional.

Los resultados de la experimentación se ofrecen agrupados para las distintas variedades, en las respectivas localidades.

Las producciones se expresan en kilogramos por hectárea al 13% de humedad y la fiabilidad de los ensayos viene reflejada por su coeficiente de variación, como advierten los responsables del ensayo. Los ensayos de cereales se consideran válidos si presentan un coeficiente de variación inferior o igual al 15%.
Para simplificar las interpretaciones y poder comparar los ensayos independientemente de los valores absolutos, se utilizan en diferentes cuadros los índices de producción por variedades. El índice de producción de los testigos es 100, que se calcula sobre la media de las variedades testigo en cada ensayo, y en función de este valor se obtiene el índice de todas las demás variedades.

Prácticas culturales

Los ensayos se han realizado siguiendo las prácticas culturales de la comarca en la que se emplazan. En la ficha que acompaña esta página se indica la dosis de siembra, así como el cultivo precedente, la fertilización, el uso de fitosanitarios y las fechas de siembra y recolección.
Para transponer los datos de la experimentación a la escala de una parcela, se deben reducir las producciones de un 20% a un 30% aproximadamente.
Los datos de vegetación tomados y que se recogen en distintas tablas para cada uno de los grupos de ensayo se describen a continuación:

Nascencia: se toma como fecha de nascencia la emergencia de la primera hoja en el 50% de las microparcelas.
Ahijado: se toma como fecha de inicio de ahijamiento la formación del tallo principal y la aparición del primer hijuelo.
Espigado: se toma como fecha de espigado de una microparcela, cuando el 50% de las plantas tengan las espigas fuera de la vaina.
Madurez: se toma como fecha de madurez fisiológica de una microparcela, cuando el pedúnculo del 50% de las plantas haya virado a color amarillo.
La altura de las plantas de cereal se mide previamente a la cosecha y corresponde a la distancia en centímetros entre la base de las plantas y el ápice de las espigas.

Trigo duro

En el campo de ensayo de Cerratón de Juarros, los resultados de trigo duro destaca como variedad más productiva Anvergur, con 6.181 kilos, no existiendo diferencias estadísticamente significativas con otras variedades, salvo con Ovidio, Grador, Omnis, el testigo Don Ricardo y Fabulis, cuyos rendimientos sí tienen diferencias significativas respecto a las variedades más productivas, especialmente este último.

Los rendimientos superaron ampliamente a los de la campaña pasada, donde la escasez de agua en las últimas fases de la maduración perjudicó mucho a los cultivos, aspecto que este año se ha producido en mucho menor medida. En cuanto sus características, no se observa que destaque, respecto a la nascencia, ninguna de las variedades ensayadas. Destacan en la fecha más temprana de espigado Anvergur y los testigos Amilcar y Simeto. En lo referente a susceptibilidad a enfermedades, prácticamente en ninguna se observa susceptibilidad a roya amarilla, salvo Fabulis. Respecto a susceptibilidad a septoria sí aparece susceptibilidad en la variedad Simeto y en menor medida en Grador.
En el ensayo de trigo duro de Zamadueñas no se observan diferencias significativas entre variedades, apareciendo como la más productiva el testigo Simeto, con 7.174 kilos, seguida de Omnis, con 7.086.

Hubo homogeneidad en la nascencia, y en el espigado aparecen como más precoces tres testigos: Amilcar, Avispa y Simeto. Sí hubo ataque de roya amarilla, mostrándose como más sensible la variedad testigo Don Ricardo.

Trigo blando de primavera

En relación con los rendimientos de las variedades de trigo blando de primavera en Cordovilla la Real existen diferencias estadísticamente significativas entre algunas variedades, destacando como las más productivas el testigo Gazul, con 6.643 kilos por hectárea, seguida de RGT Pistolo, con 6.451 kilos, y apareciendo como menos productiva la variedad Marchena, con solamente 3.154 kilos.

Se produjo homogeneidad en la nascencia, mientras en el espigado aparecen como más precoces el testigo Artur Nick y RGT Pistolo. Sí hubo ataque de roya amarilla, mostrándose como más sensible la variedad testigo Artur Nick.

Trigo blando de otoño

En San Bernardo, si nos fijamos en los resultados de rendimiento del trigo blando de otoño, la variedad más destacada ha sido Sothys CS, con una media de 8.976 kilos, seguidas del testigo Nogal, con 8.822 kilos, y LG Albufera, con 8.798. Eso sí, no hay diferencias estadísticamente significativas entre las variedades.

Sí destacan los altos rendimientos, especialmente comparados con los de la campaña pasada, que no llegaron ni a la mitad de los de esta campaña.

Al estudiar las características agronómicas y fenológicas de cada una de las variedades de trigo blando de otoño en esta localidad, se aprecia una gran homogeneidad en lo referente a la nascencia. En el espigado, destacan como más precoces RGT Tocayo e Ippon.

Cabe destacar el escaso ataque de de roya amarilla en todas las variedades, si bien se ve alguna variedad con algún ataque leve. Lo mismo ocurre en algunas variedades en los ataques de septoria.

La zona de Cerratón de Juarros se caracteriza por suelos franco-arcillosos, muy ricos en materia orgánica y profundos, además de contar con un clima en el que las precipitaciones están muy por encima de la media en Castilla y León.

Respecto al trigo blando de otoño, si nos atenemos a los rendimientos observamos que la variedad más productiva ha sido Nemo, con un rendimiento de 8.136 kilos por hectárea, seguida de RGT Tocayo y RGT Somontano con 8.105 kg/ha y 7.989 kg/ha , respectivamente, observándose diferencias estadísticamente significativas entre variedades, especialmente respecto al testigo CCB Ingenio, que fue el menos productivo.

Respecto a las características de cada una de las variedades no se observan diferencias respecto a nascencia. En el espigado destaca Oregrain, siendo Nemo y Basmati las de espigado más tardío.

Analizando los datos del ensayo de trigo blando de otoño en San Cristóbal de la Cuesta se observa que la variedad que ha obtenido los rendimientos más elevados ha sido RGT Tocayo, con una media de 7.543 kilos, seguida, sin diferencias significativas, de las variedades RGT Somontano y Nudel, con 7.510 y 7.366 kilos respectivamente, aunque casi todas las variedades carecen de diferencias estadísticamente significativas en cuanto a rendimientos. La única excepción es RGT Tocayo respecto al testigo CCB Ingenio. Como ocurre en cebada, los rendimientos han sido muy superiores, más del doble, que la campaña pasada.

La nascencia es muy homogénea, salvo Altezza, que tuvo una nascencia menos homogénea, siendo Ippon y el testigo Nogal las que tienen un espigado más temprano.  Respecto a la roya amarilla, hay una gran variabilidad respecto a tolerancia a esta enfermedad, ya que mientras existen variedades que se mostraron tolerantes como RGT Altavista, Altezza o Basilio, otras fueron relativamente susceptibles como Ippon y Nogal. Sí hubo presencia de septoria, apreciándose ataques en todas las variedades salvo en FD 11099, con solo un 5%, y LG Amerex, sin ataque.

Avena

En relación con las características agronómicas de las variedades de avena en Castrillo de la Guareña el ensayo solo presenta como novedad la variedad RGT Pleiade, “lo que demuestra el poco interés que la avena tiene en cuanto a mejora varietal”, como destacan los autores del ensayo. Su rendimiento no superó a dos de los tres testigos, existiendo diferencias estadísticamente significativas respecto al testigo Chimene. Tampoco mostró nada especial en lo referente a características, ni en lo referente a nascencia ni precocidad en el espigado.

Triticale

Los suelos de Castrillo de la Guareña tienen unas buenas características para el cultivo del triticale y avena, que a pesar de las adversidades climatológicas de final de ciclo han dado unos rendimientos muy aceptables para la zona.
En los ensayos de triticale se observa que la variedad que más alto rendimiento obtuvo fue el testigo Trimour, con un rendimiento de 5.700 kilos, seguida de Alambic y RGT Eleac, con rendimientos superiores a los 5.000 kilos por hectárea. No hubo  diferencias significativas entre variedades, excepto  la menos productiva, que fue Tasmania.
Respecto a la precocidad en nascencia tampoco hay ninguna variedad que pueda destacarse, si bien todas las variedades tuvieron una muy buena nascencia. En el espigado las más precoces fueron las variedades Tasmania y Vivacio.

En relación con la susceptibilidad a enfermedades, no hay ninguna variedad susceptible a las enfermedades analizadas.

Centenos híbridos

Respecto a los ensayos de centenos híbridos en la localidad burgalesa de Zael, se observa que la variedad que más alto rendimiento obtuvo fue el RGT Dolaro con un rendimiento de 4.486 kilos, seguida de SU Performer y RGT Fabreo.
No se pusieron de manifiesto diferencias estadísticamente significativas con otras variedades. Eso sí, con la excepción de la comparación de la más productiva con las dos últimas, donde SU Mephisto y el testigo Petkus, con 3.259  y 2.865 kilos, fueron las de menor rendimiento.

Respecto a la precocidad en nascencia tampoco hay ninguna variedad que pueda destacarse, mientras que respecto al espigado la más precoz fue  SU Bendix. En relación con la susceptibilidad a enfermedades, no hay ninguna variedad susceptible a las enfermedades analizadas.

Cebada de primavera

En los ensayos de cebada de primavera realizados en Esteras de Lubia, las variedades más productivas fueron Adriana, RGT Campanera y RGT Planet, con rendimientos  de 6.619, 6.611 y 6.552 kilos por hectárea. Las cinco variedades más productivas tuvieron diferencias estadísticamente significativas respecto a la menos productiva, que fue Sunshine.

Hubo homogeneidad en nascencia y en el espigado, presentando una pequeña precocidad respecto a las demás las variedades Pathfinder y Style.

Cebada de invierno

La parcela de San Bernardo se caracteriza por unos suelos profundos y materia orgánica alta, lo que influye de manera positiva en los rendimientos. Respecto al ensayo de cebada de ciclo largo, se observa  que las variedades Ibaiona y el testigo Pewter, con 5.476 y 5.467 kilos por hectárea, fueron las más productivas. Ambas muestran diferencias estadísticamente significativas con siete variedades, especialmente con el testigo Graphic. En general, la mayoría de las nuevas variedades presentan rendimientos superiores a los testigos, como indica el informe.

Al analizar las características de cada una de las variedades, se puede comprobar que no existen diferencias en nascencia. Respecto el espigado destacan LG Carolina y Pandora como más precoces. Respecto al ataque de enfermedades, sí se observan ataque de Rincosporiosis, especialmente en los testigos Pewter y Meseta, y en la variedad LG Luzia.

La parcela de San Cristóbal de la Cuesta se caracteriza por un suelo franco-arcilloso, con una cantidad de materia orgánica propia de los secanos de Castilla y León, lo cual se manifiesta en los rendimientos.

En lo que respecta al ensayo de cebada de invierno, no existen diferencias estadísticamente significativas entre las variedades, si bien destaca la variedad Lavanda con 7.130 kilos, seguida del testigo Graphic, con 6.915. También cabe apuntar los altos rendimientos obtenidos, que duplican a los de la campaña pasada.

Al analizar las características de cada una de las variedades del ensayo se observa una gran homogeneidad en la nascencia. En cuanto al espigado, resultan como más precoces Pandora y Pewter.   Respecto a la sensibilidad a rincosporiosis, apenas se ven variedades con susceptibilidad, apareciendo un poco en RGT Luzia. En lo que respecta al ensayo de cebada de invierno en Zael, no existen diferencias estadísticamente significativas entre las variedades, si bien destaca la variedad Lagalia con 6.127 kilos por hectárea, seguida de LG Carolina con 5.949 kilos. También cabe apuntar los altos rendimientos obtenidos respecto a los de la campaña pasada.

Respecto a las características de cada una de las variedades de este ensayo, se observa gran homogeneidad en la nascencia. En cuanto al espigado, resulta más precoz Pandora.

Balance de campaña

En la página web del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, www.itacyl.es, dentro de inforiego, pueden obtenerse todos los datos climatológicos de las estaciones más cercanas a las localidades donde se han realizado los ensayos.

Como características generales de la campaña, los autores del estudio destacan que ha sido un año de invierno no muy frío y abundantes precipitaciones, con una primavera, especialmente el mes de abril, bastante lluviosa y con temperaturas no muy elevadas, como ocurrió en mayo de 2015. Las altas temperaturas de la segunda quincena de junio perjudicaron de alguna manera los rendimientos esperados, así como algunas tormentas en la primera quincena de julio que han perjudicado seriamente a muchas parcelas. Todo ello “ha llevado a una campaña que podemos catalogar como buena, sobre todo si se compara con la del año anterior”, señala el informe.

La campaña pasada se caracterizó por las buenas condiciones de la siembra, con un invierno lluvioso, más húmedo de lo normal, lo que permitió un buen desarrollo de la planta, y por una primavera también más húmeda de lo habitual, lo que conllevó un buen desarrollo del cereal aunque algunas zonas presentaban algunos daños por la presencia de hongos y la proliferación de malas hierbas.

En la segunda semana de junio se  alcanzaron temperaturas por encima de lo normal y las tormentas con pedrisco de los primeros días de julio produjeron daños en algunas zonas de la comunidad originado un descenso de producción. No obstante, en el conjunto de Castilla y León se estuvo cerca de los 8 millones de toneladas, frente a los 5,5 millones recogidos la campaña anterior, lo que supondrá el 43% de la producción de España. En ese balance se destaca que la superficie de cereal en Castilla y León ha aumentado un 2,1%, situándose en aproximadamente 1,9 millones de hectáreas.

Destaca el trigo blando, con 900.703 hectáreas y una producción de 3,9 millones de toneladas, y la cebada de dos carreras, con 724.169 hectáreas y una producción de 3,1 millones de toneladas. Estos datos confirman al trigo como una de las especies en aumento de superficie en detrimento de la cebada, notándose también un aumento en otras especies como avena, con un 25% más de superficie, y centeno, con un 3% más.

La campaña ha sido problemática desde el punto de vista de la sanidad, especialmente por la proliferación de malas hierbas y los ataques de enfermedades, como la roya amarilla, muy agresiva en algunas zonas, “donde ha sido necesario la realización de tratamientos”, recuerdan los autores.

Autores del estudio:
Gabriel Villamayor
Nieves Aparicio
Supervisores de ensayos:
Rosa María F. de la Fuente
Teodoro Vicente
José Ramón Vallés
Eduardo Aguado

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