Publicadas las recomendaciones de ACOR para girasol

El girasol continúa siendo un clásico en las rotaciones de la agricultura en Castilla y León. Fundamental en el secano. Queda margen para comenzar a sembrar, pero nunca está de más planificar con tiempo. La práctica totalidad de los agricultores que pondrán pipa en alguna de sus tierras esta campaña ya sabe que hará esta sementera, pero a partir de ahí quedan muchas incógnitas por despejar.

La primera duda es si continuar con las mismas variedades de otros años o probar suerte con otras. Y no se trata de suerte. El profesional está obligado a la mejora continua en todos los ámbitos que afectan a su explotación. A incrementar los rendimientos en busca de mayor rentabilidad. Y, en este ámbito, el trabajo que realizan las casas de semillas resulta crucial.

Los campos de ensayo que llevan a cabo entidades independientes proporcionan una información que el agricultor debe tener en consideración cuando va a comprar la simiente de la que dependerá, en gran medida, su próxima cosecha. Adquirir semilla siempre es una inversión muy rentable si se hace con rigor.

Regadío y secano

En este sentido, las pruebas que realiza ACOR son una referencia a tener en cuenta por todos aquellos que pondrán girasol. Desde su creación en los primeros años de la década de los 80, el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR desarrolla con regularidad ejercicios de investigación a través de ensayos. De la diversidad de pruebas que realiza destaca el estudio de variedades comerciales. El trabajo con el girasol como protagonista data de antes de la diversificación de actividades de la cooperativa, hace más de diez años.

Estos ensayos se efectúan, campaña tras campaña, en distintas parcelas de la región y en diferentes condiciones de estudio (en secano y en regadío).

Las variedades ensayadas se diferencian entre convencionales y alto oleico. Todas ellas tienen caracterizado en mayor o menor medida tolerancia o resistencia a enfermedades; algunas incluso a herbicidas o a otras incidencias como el jopo (planta parásita).

Con el estudio en conjunto de las distintas pruebas, los resultados de estos ensayos ponen a disposición de los socios de ACOR (y del resto de agricultores de la comunidad castellanoleonesa) las variedades más productivas y de mayor calidad, además de las que mejor se adaptan a las distintas condiciones de suelo y clima de región. Es un trabajo que bien merece ser tenido en cuenta.

Una siembra meticulosa

Ya metidos en faena -una vez que la semilla está en la sembradora- el agricultor debe centrarse en hacer una buena sementera; sin prisas. La nascencia homogénea es de vital importancia en el éxito del cultivo. Si es desigual en el tiempo sucede que unas plantas dan sombra a otras y, además, se hacen con la mayor parte de los nutrientes disponibles en el terreno.La pipa hay que ponerla a una profundidad de entre tres y cuatro centímetros.

En el secano incluso algo más abajo para que se beneficie de la humedad.Si realmente se quiere recoger una cosecha rentable hay que desterrar prácticas como las de prescindir del abonado. En este sentido es muy recomendable hacer análisis de suelo para determinar carencias.